Solemne, como es la raza del cardenal, un pájaro representado en el ámbito musical por Jorge Oñate; artista canoro que despliega una gran variedad de melodías en sus cantos.
El ‘Jilguero de América’ es uno de los artistas vallenatos de la ‘vieja guardia’ con mayor número de contrataciones en el marco de la celebración del Carnaval de Barranquilla.
Sus espectáculos por lo general son largos. Algunos colegas jocosamente dicen que es igual a Alfredo Gutiérrez, porque cuando suben al escenario es maratónico hacerlos descender.
En Carnaval el tiempo destinado para cada aparición es reducido, los empresarios deben hacerlo por la cantidad de agrupaciones presentadas en una sola noche. Por lo regular más de 10.
Así lo comprendió el ‘Ruiseñor del Cesar’. Oñate llegó al escenario de la cancha Nueva Granada, al sur de Barranquilla, a las 11:25 minutos de la noche del sábado. El cantante con más de 40 años de historia en el vallenato hizo su arribo tras la introducción o cortina hecha por su agrupación que es integrada por 13 músicos: “Aquí venimos con el vallenato que les quedó en el alma… con esas canciones llenas de poesías”, refirió ante los más de 5.000 asistentes.
Aunque arrancó con una canción alegre. La Rumbera, un tema grabando con el acordeón del Rey Vallenato Álvaro López, y que le sirvió para romper el hielo en un escenario polvoriento, en el que los disfraces y el ambiente de carnaval reinaba.
Al terminar su primera canción, simplemente levantó sus brazos, tomó un sorbo de agua y pidió le alzaran el volumen a su micrófono. Y claro, se venía una canción con la que identificó otro de sus tantos remoquetes: El Invencible. Cantó sereno y le pidió a su acordeonero (otro Rey Vallenato), Fernando Rangel, que hiciera una melodía de peso (para referirse al vallenato auténtico) y la dedicó al público que aplaudía su actuación.
En su tercera interpretación se inclinó por La Vida del artista, composición de Máximo Móvil y grabada por él también, al lado de Álvaro López. En ésta hizo mención a Diomedes Díaz y a la historia de la canción: “hace cerca de 30 años grabé ésta canción, y a mi compadre Diomedes le gustaba tanto que la volvió a grabar y con el mismo acordeonero (Álvaro López)”. Con un atril en el piso de la tarima, que le mostraba la letra, Jorge Oñate hizo una interpretación magistral, fuerte y sin murmurar errores.
En medio de ésta aprovechó para enviarle “saludos a la gente de Barranca (La Guajira) la tierra de mi primo Kiko (Gómez)”. Dijo. Aunque hoy Oñate aparece nombrado en la investigación por el asesinato del político cesarense Efraín Ovalle, en febrero del 2012, ‘El Cantor de La Paz’ se ve tranquilo y elegante: El sábado vestía una guayabera blanca, con bordados alusivos al Carnaval de Barranquilla y un pantalón de color rojo y en la parte trasera del escenario lo esperaba el incondicional apoyo, su esposa Nancy Zuleta.
En medio de aplausos terminó sus palabras a Diomedes Díaz, luego entonó Te dedico mis triunfos, La aplanadora; todos bailaron y levantaron sus manos por el ritmo jocoso de las carnestolendas. En medio de éste tema hizo un show junto a su representante, Mario Puerta, con el que ambientaron a mujeres y hombres asistentes y, finalmente pidieron la igualdad e hicieron levantar pañuelos, cachuchas, sombreros y camisas.
La presentación de Jorge Oñate tardó 50 minutos. Y se despidió con la canción que para él quedó en la historia del Vallenato: Nunca comprendí tu amor.
Tenía razón al afirmarlo, porque al momento de hacer la introducción de la misma no tuvo oportunidad de cantar, lo hizo el público asistente al espectáculo.
Súper Congo de Oro
Esta noche Jorge Oñate recibirá a manos de los organizadores del Festival de Orquestas, el galardón Súper Congo de Oro.
El especial reconocimiento lo recibe tras haber ganador en 14 ocasiones el Congo de Oro en distintas participaciones en sus 40 años de vida artística.
Este galardón ha sido recibido entre otros por Joe Arroyo y Checo Acosta.
Por: Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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