Luego de que el alcalde de El Copey, Francisco Meza, presentara la renuncia a su cargo a través de una publicación en Facebook, oficialmente quedó la falta absoluta por lo que el partido Liberal, quienes lo avalaron hace cuatro años, deberán presentar una terna.
Cabe recordar que la norma establece que en caso de una falta absoluta de un alcalde, los ciudadanos elegirán al nuevo alcalde, si faltan más de 18 meses para la terminación del período. En caso que el término sea inferior, como es este caso, el alcalde será designado por el gobernador encargado Andrés Meza, quien elegirá dentro de una terna que enviará el partido Liberal.
EL PILÓN consultó al congresista Carlos Felipe Quintero, líder natural del partido Liberal en el departamento, quien aseguró que la próxima semana darán a conocer la terna. Actualmente, Eder Hormechea, secretario de Hacienda, funge como alcalde encargado mientras surge el proceso, el cual es lento y podría tardar hasta 3 meses.
¿POR QUÉ RENUNCIÓ?
“Hoy quiero manifestarme que tomado la decisión de renunciar al cargo que asumí en el año 2020, como alcalde constitucional de este amado municipio por ello quiero darle mis agradecimientos a mi familia, a todo el equipo de gobierno, a mis amigos que me ayudaron a elegirme, a Belkis Jiménez, a los concejales que apoyaron el Plan de Desarrollo“, publicó el mandatario en su Facebook.
El pasado 8 de junio, el alcalde Francisco Meza fue capturado en Valledupar por contratar con una empresa que era de su propiedad. Según la investigación, durante el 2020, el alcalde adjudicó alrededor de 14 contratos a las empresas Fundación para el Desarrollo Social y Productivo, Fundecop, y Servicios Integrales del Caribe S.A.S., de las cuales en la primera fue propietario, gerente y hasta representante legal.
Cinco días después de su captura, un juez decidió aplicarle una medida de detención preventiva domiciliaria; advirtiendo que tendrá vigilancia electrónica porque el aparato carcelario es débil a la hora de realizar las supervisiones constantes. Meza cumple la casa por cárcel en una finca de su propiedad.
Por Deivis Caro