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‘Reversazo’ a fallo contra Kankuamo por explosión que dejó cinco muerto y 65 heridos

En veremos está la situación jurídica de Roberto Carlos Rodríguez Montero, principal sospechoso de haber accionado una granada el 31 de diciembre de 2008, en Atánquez, corregimiento de Valledupar, donde cinco personas murieron y 65 más quedaron heridas. Aunque este Kankuamo fue absuelto hace dos años, ayer un juez de conocimiento ordenó repetir el juicio, con el riesgo que el nuevo fallo sea condenatorio.

Sorprendidos se mostraron los representantes de víctimas, Fiscalía y del mismo procesado, cuando en la audiencia en que se iba a realizar la lectura del fallo absolutorio a favor Roberto Carlos Rodríguez, la juez con funciones de conocimiento, Ana Joaquina Cormane, decretó la nulidad de las prácticas de las pruebas realizadas en juicio por Luisa Pinto Ochoa, la juez que inicialmente tenía el caso.

“Nos llevamos la sorpresa a la hora de la lectura del fallo, por la juez decretó la nulidad del juicio porque se viola según ella, el principio de la inmediación de las pruebas, es decir, que las pruebas fueron practicadas ante otro juez y para ella dictar el fallo debe conocerlas de primera mano”, manifestó Elías Daza Rincones, abogado de las víctimas.

Por su parte el abogado Fredy Contreras, apeló la decisión para que la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Valledupar, entre a definir si deja en firme la absolución de Rodríguez Montero, o si por el contrario considera necesario la repetición del juicio.

“Terminamos este juicio hace más de dos años donde el sentido del fallo fue absolutorio y hay precedentes judiciales donde este Tribunal del Distrito Judicial de Valledupar ha fallado en el mismo sentido de que no necesariamente cuando se da un cambio de juez se genera nulidad”, explicó el jurista.

 

Historia del proceso

El 26 de febrero de 2009, el entonces juez de Control de Garantías, Néstor Segundo Primera Ramírez, dictó medida de aseguramiento sin beneficio de excarcelación contra Roberto Carlos Rodríguez Montero, presunto autor del estallido de una granada en Atánquez. Ese día la Fiscalía le imputó al indígena los delitos de homicidio agravado, lesiones personales y tráfico de armas y municiones.

Fue así como luego de un largo proceso, que tardó más de un año con el principal sospechoso en la cárcel, mediante la confrontación de testigos y los diferentes elementos materiales probatorios, la Juez Única Especializada del Circuito de Valledupar, Luisa Pinto Ochoa, el 7 de mayo de 2010, dio a conocer el sentido de fallo absolutorio.

Por ésta decisión Rodríguez Montero, recobró la libertad luego de un año y tres meses recluido en la cárcel.

La audiencia de lectura de fallo para dejar en firme la absolución fue programada para los dos meses siguientes, pero antes de realizarse la diligencia asumió como  Juez Único Especializado del Circuito de Valledupar, Néstor Segundo Primera Ramírez, quien a la hora de dictar el fallo se declaró impedido porque había fungido como juez de garantías en el mismo proceso.

Finalmente, el proceso del Kankuamo fue designado al Juzgado  Penal Especializado del Circuito de Santa Marta, a cargo de Ana Joaquina Cormanes, quien ayer dio el ‘reversazo’.

La tragedia de Atánquez

El 31 de diciembre de 2008, faltaban pocos minutos para recibir el año nuevo, un centenar de personas se encontraban en el establecimiento ‘Patio fresco’ en el corregimiento de Atánquez, jurisdicción de Valledupar, cuando estalló una granada que dejó el trágico saldo de cinco muertos y 65 heridos.

 

En la recolección de datos, evidencias y testimonios por parte de las autoridades que adelantaron la investigación del caso, se conoció que presuntamente Roberto Carlos Rodríguez, momentos antes a la detonación portaba el explosivo.

 

Según la Fiscalía, Rodríguez Montero, habría sostenido una fuerte discusión con una mujer, por lo que desde entonces se manejó la hipótesis que detonó la explosión por celos.

 

“Insisto en mi inocencia, esto será aclarado porque los que vinieron en contra mía, dieron falso testimonio y deberán responder ante la Fiscalía. En el momento de la explosión yo estaba bailando con una muchacha cuyo testimonio fue clave para que me dieran la libertad”, dijo Roberto Carlos Rodríguez Montero.

Las víctimas

Esa trágica noche Gloria Lucia Arias Arias, Azael Arias Montero, Marelvis María Mindiola Díaz, María Teresa Arias Cáceres  y Erika María Fuentes Corzo murieron en el sitio.

Mientras que cerca de 65 personas resultaron lesionadas, algunas tuvieron que ser amputadas de brazos y piernas debido a las heridas ocasionadas por las esquirlas del artefacto explosivo. El mismo Roberto Carlos Rodríguez Montero, perdió parte de una pierna y la mitad del índice de su mano izquierda.

Categories: Judicial
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