La Décima Brigada Blindada del Ejército, le salió al paso a través de un comunicado a las acusaciones de los familiares del soldado regular Jorge Luis Hernández Carrillo, quien el pasado 18 de julio murió en extrañas circunstancias, en la vereda Guaimaral del municipio de Curumaní, Cesar.
Mientras los familiares del militar adscrito al batallón Especial Energético y Vial Nº 3, aseguran que el joven recibía maltratos físicos y presiones por parte de sus superiores, el Ejército desmintió esa versión.
“Presentó un cuadro de vómito causado por una enfermedad aun por establecer, mas no por golpe o agresión por miembro de la tropa, tan así que fue remitido el día 16 de julio de la presente anualidad, dos días antes de su fallecimiento, por el personal que lo tenía a cargo al hospital local de Curumani ‘Cristian Moreno Pallares’ donde no fue posible establecer un diagnóstico inmediato; se le realizaron unos exámenes de laboratorio a fin de determinar el origen del cuadro clínico y le recetaron unos medicamentos los cuales fueron comprados y suministrados de forma inmediata al soldado”, dice el reporte castrense.
Jorge Luis Hernández Carrillo realizó su juramento de bandera el pasado 16 de junio y el 3 de julio inició labores en la base de militar de Ayacucho, Cesar. Allí estuvo hasta el pasado 12 de julio, para luego desplazarse a la zona de operaciones donde desafortunadamente se produjo su muerte.
De igual forma la Brigada, a la cabeza del coronel Eduardo Zapateiro Altamiranda, informó que se adelantan las investigaciones pertinentes dentro de esta unidad táctica con el fin de esclarecer los hechos que desencadenaron el fallecimiento del soldado Jorge Luis Hernández Carrillo.