Con un acto protocolario realizado en la mañana de ayer, el Batallón Especial Energético y Vial N°2, BAEEV N°2, adscrito a la Décima Brigada del Ejército Nacional, pidió disculpas públicas por la muerte del ciudadano Álvaro Enrique Beleño Polo, quien fue presentado como integrante de las Bandas Criminales, Bacrim, en hechos ocurridos el 15 de noviembre de 2007, en Astrea, centro del Cesar.
El encargado de presentar las excusas en el evento celebrado en el auditorio de la Casa de la Juventud de La Jagua de Ibirico, fue el comandante de ese batallón, el teniente coronel Fabián Flórez Sánchez, quien recalcó que esa no era la doctrina de las Fuerzas Militares.
“Esas excusas van de la mano de la línea de reparación directa ordenadas dentro de ese proceso. Lo importante de esto es que la familia logra perdonar al Ejército Nacional porque entiende y comprende que no es el Ejército Nacional el que tiene como doctrina o fundamente esta situación”, manifestó el teniente coronel Flórez Sánchez.
El acto también contó con la presencia del párroco de la Jagua de Ibirico, la personera del municipio y familiares de la víctima.
“Los hechos que llevaron la muerte de Álvaro Enrique obedecieron a las acciones individuales de un miembro de la institución, que traicionó a la institución, que traicionó a su patria, que traicionó a la ciudadanía y sobre todo ocasionó un daño en el seno de esta familia”, acotó el oficial Flórez.
EL CRIMEN
Los hechos recriminados se registraron cuando uniformados del BAEEV N°2 en cumplimiento de la operación ‘Soberanía’ presentaron muerto al ciudadano Álvaro Enrique Beleño Polo, como un delincuente dado de baja en un supuesto combate en la vereda El Edén del municipio de Astrea.
De acuerdo al expediente el cuerpo de Beleño fue dejado a disposición de la Sijín Seccional Bosconia como ‘N.N.’ Sin embargo, el 26 de abril del año 2008 identificaron que la identidad correspondía al ahora víctima.
Según la investigación, Beleño Polo en la tarde del 13 de noviembre del año 2007 salió de su casa hacia un estadero ubicado en Chiriguaná, Cesar. Y al pasar las horas su cuñado lo fue a buscar, observando que era llevado con las manos arribas en la parte trasera de un taxi, abandonando la bicicleta en la que se movilizaba.
Desde entonces la familia aparentemente sufrió de amenazas, y por eso, solo hasta el 3 de junio de 2008 denunciaron la desaparición.
“El señor Álvaro Enrique Beleño fue reclutado, secuestrado o capturado ilegalmente en el perímetro urbano del municipio de Chiriguaná y luego apareció muerto en el municipio de Astrea, lo que demuestra que entre el momento del reclutamiento ilegal y hasta el momento de su muerte, transcurrió un tiempo en que la víctima fue sometida a sufrimientos”, indicó el apoderado de los familiares de la víctima en el proceso.
Por Marllelys Salinas M. / EL PILÓN
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