Insisten en que cumplían con su deber
Con la presencia de varios testigos se reanudó ayer en el Palacio de Justicia de Valledupar, el juicio oral contra los patrulleros de la Policía Nacional, Víctor Javier Vélez Ortiz y Jair Rincón Parada, acusados como presuntos responsables del delito de homicidio, tras la muerte de un mecánico en medio de una persecución policial.
Los hechos que tienen en líos con la justicia a los uniformados, ocurrieron el 1 de noviembre de 2009, cuando patrullaban por el barrio Villa del Rosario de la capital cesarense.
Esa madrugada, varias patrullas motorizadas persiguieron a tres jóvenes que se movilizaban en una motocicleta sin cascos, sin chalecos reflectivos y violando la norma que prohibía la circulación de estos vehículos después de 8:00 de la noche durante los fines de semana.
En su desespero por no ser alcanzados por los representantes de la ley, los dos pasajeros se lanzaron de la moto y Gustavo Enrique Lara Bozón, siguió conduciendo pero se estrelló aparatosamente en la calle 27 con carrera 3B del barrio Candelaria Sur, y tras las graves lesiones murió al instante.
Los patrulleros Vélez Ortiz y Rincón Parada, son los principales sospechosos de haber ocasionado la caída del conductor. Así lo ratificó ayer, ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Valledupar, el intendente de la Policía que comandaba el grupo de uniformados que participaron en el operativo para interceptar a los jóvenes que estaban en aparente estado de embriaguez.
“Yo les di la orden que se detuvieran y ellos siguieron con la persecución”, declaró el intendente, aludiendo el desacato de los dos uniformados ante su orden, como superior.
Agregó que al indagar sobre lo sucedido, los vecinos del sitio del accidente manifestaron que una patrulla de la Policía había empujado al joven haciéndolo caer de la motocicleta en movimiento.