A las 6:00 de la mañana de ayer, en la calle 53 con carrera 23A del barrio Mayales Aeropuerto, se presentó una balacera que dejó dos muertos y un herido.
Los muertos fueron identificados como Rafael Enrique Fontalvo Esquea, de 48 años y Harlin Eduardo Soto Vega, de 18, quienes de acuerdo con el relato de los testigos del crimen, llegaron a robar y fueron acribillados por quien se supone era su víctima.
El herido es Lucas Rojas Peinado, de 63 años, a quien le propinaron un impacto de bala en el abdomen. Él es el propietario de la casa donde se registró la balacera. El veterano reaccionó, con un arma que tenía guardada, ante los gritos de su esposa Marlenis Muñoz López, de 56 años.
“Un nieto de 12 años abrió la puerta y dos tipos llegaron preguntando por el señor Lucas, cuando les dijo que sí estaba, dijeron que todos quietos que era un atraco y enseguida yo traté de cerrar la puerta; yo empujaba del lado de adentro y ellos del lado de afuera, pero lograron entrar”, contó la mujer, que asegura estar viva de milagro al quedar en medio de la tirotera y sólo sufrir un rasguño en el brazo derecho.
Ella relató que su esposo fue ágil “se agachaba cuando le disparaban y le descargó la pistola a los tipos que estaban prácticamente encima”.
Según Marlenis Muñoz, desde hace varios días, hombres desconocidos merodeaban su casa, al parecer esperando la oportunidad para meterse a robar.
“Mi esposo tenía un dinero que le mandó uno de nuestros hijos para que le comprara un lote, no sé cómo pero los tipos sabían y estaban cazándonos desde hace rato”, afirmó en las afueras del centro asistencial donde su compañero permanece herido bajo vigilancia de la Policía. No se ha confirmado si la Fiscalía le imputará cargos o lo dejará en libertad si se comprueba que actuó en defensa propia.
Otras hipótesis
Las autoridades avanzan en las investigaciones para tratar de establecer lo que pasó al interior de la vivienda en cuyas puertas quedaron huecos como prueba del violento enfrentamiento.
El Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, hizo el levantamiento de los cadáveres que quedaron uno encima de otro, en la sala que fue inspeccionada por varias horas en busca de evidencias.
Para el comandante de la Policía en el Cesar, coronel Faiber Martínez no están claros los móviles del doble crimen registrado horas antes del lanzamiento del plan integral de seguridad para Navidad.
“Hay que anotar, a esa residencia hace cinco meses se le hizo un allanamiento autorizado por la Fiscalía buscando a un ciudadano por el delito de homicidio, el cual posteriormente se entregó a las autoridades”, dijo el oficial al referirse a Iván Rojas Muñoz, quien hasta hace poco hacía parte del cartel de los delincuentes más buscados de la ciudad. Él es uno de los 10 hijos de Lucas Rojas Peinado y Marlenis Muñoz López.
Los habitantes de la casa donde se registró la balacera insisten en que la tragedia se produjo por un intento de atraco y no creen que sea retaliación alguna por la captura de uno de sus familiares.
Lo que sí teme esta familia son represalias por parte de los allegados a las dos personas que resultaron muertas, teniendo en cuenta que, ayer, mientras las autoridades hacían el levantamiento de los cuerpos, los vidrios de la ventana de la casa fueron atacados a piedra.
Antecedentes
El 16 de noviembre. Dos en el cementerio y otro en prisión, así terminaron tres jóvenes que de acuerdo con el reporte de la Policía fueron atacados a bala cuando atracaban a las personas que departían en una fiesta en la carrera 19 con calle 9C del barrio Los Cortijos de Valledupar. Los occisos fueron identificados como Leiner David Amaris Aragón, de 24 años y Sergio Gómez Betancourt, de 20.
El 26 de noviembre. El atraco que dos menores de edad pretendían cometer al conductor de un tractocamión en la vía Bosconia- Río Ariguaní, les costó la vida. Se trata de Álvaro Emilio Castañeda Macías y Manuel Ricardo Rivera Pozo, ambos de 16 años.
De acuerdo con las investigaciones de la Policía, en el corregimiento La Loma del Bálsamo, los menores subieron a la carrocería del vehículo de carga pesada, sin que el conductor se percatara de ello y lo atacaron a cuchillo. El experimentado chofer maniobró el vehículo de tal forma que los muchachos cayeron del vehículo y luego murieron atropellados en el tramo comprendido entre el corregimiento de Caracolicito y El Copey.
Análisis
El sociólogo Rafael Oñate Fernández, explicó las razones de la reacción violenta de algunas personas que durante las últimas semanas se han convertido en verdugos de los atracadores.
“El tema de los atracos por no ser un asunto atendido por los elementos de seguridad del Estado obliga a la ciudadanía a tener una reacción puramente comunitaria y espontánea”, dijo el profesional.
De igual forma se manifestó que ante más casos de inseguridad se presenten en determinados sectores de la ciudad, la tendencia es que la ciudadanía opte por hacer justicia por su cuenta.
“Un elemento que acrecienta ese asunto es que ya no es una causa si no un efecto del tema de la seguridad; es que la seguridad crece de manera exponencial al hecho de que no hay control. Es decir, si una persona viene a un barrio y atraca y no pasa nada, seguramente otros van a venir a hacer lo mismo”, indicó Oñate.
Además sostuvo que los robos son una actividad económica ilegal que cada día toma más fuerza por le ineficacia del Estado para atacar los factores generadores de la inseguridad.
“Es un principio básico de mercado, si hay una actividad económica que está produciendo muchos dividendos y es rentable, no importa que sea ilegal, la gente se va a meter en eso y nos damos cuenta que sigue creciendo el número de atracos y personas dedicadas a este tipo de ilícitos”, advirtió.
Un dato
De enero al 4 de diciembre de 2014, se han registrado 67 homicidios en Valledupar, y en el mismo periodo del año pasado se tienen 89 casos.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN