El Director del Departamento Nacional de Planeación, Hernando José Gómez, desvirtúo uno a uno los cinco mitos que se han tejido en torno al proyecto de Acto Legislativo que cursa en el Congreso de la República para reformar el actual sistema de regalías, y reiteró que los grandes retos de la iniciativa se concentran en el concepto de equidad y reducción de las grandes disparidades regionales.
Al intervenir en el foro “Regalías como motor de Desarrollo”, convocado por el DNP y Anif, Gómez dijo que el primer mito que se ha creado es que el Gobierno Nacional se apropiará de los dineros de las regalías, cuando la verdad es que esos recursos continuarán siendo de propiedad exclusiva de las entidades territoriales, y no se utilizarán para atender obligaciones de la Nación.
Respecto al segundo mito que dice que las regalías se van a disminuir, el Director del DNP dijo que la metodología para calcular las regalías a pagar por parte de las empresas no cambia y el monto de las mismas seguirá dependiendo de la producción y del precio internacional de los recursos minero-energéticos, tal como sucede actualmente.
Tampoco se centralizará el gasto de las regalías, como lo señala el tercer mito, por que será ejecutado por las entidades territoriales, no por el Gobierno nacional, y será destinado a proyectos prioritarios de cada región. Además, la planificación e identificación de proyectos se hará desde un enfoque regional.
Es por eso que gobernadores, alcaldes y ministros, en representación del Gobierno definirán la destinación de los recursos.
Tampoco es cierto, como lo sugiere el cuarto mito, que se vaya a centralizar el ahorro de las regalías, ya que los dineros del Fondo de Ahorro y Estabilización pertenecen a las regiones, que en épocas de caída del ingreso desacumulará recursos para financiar proyectos regionales.
El último de los mitos que se ha creado en torno a la reforma, sugiere que son las empresas extranjeras las que saldrán ganado con la misma, y lo cierto es que el esquema de pago de las regalías por parte de las compañías no tendrá cambio y, sean nacionales o foráneas, tendrán la misma obligación que con el esquema actual.
“La reforma que estamos proponiendo tiene cuatro principios: el ahorro, para estabilizar la inversión regional y reducir la volatilidad cambiaria; la equidad, para que los recursos sean para todos; la competitividad, relacionada con el desarrollo regional; y, el buen gobierno, relacionado con el uso eficiente de las regalías”, explicó Gómez.