La exalcaldesa de Becerril, Yanci Bueno Contreras, fue condenada a cinco años y tres meses de prisión por presuntamente celebrar un contrato de manera irregular durante su periodo administrativo del 2008 – 2011.
La sentencia la profirió el Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Valledupar por el delito de celebración de contrato sin cumplimiento de requisito legales.
Bueno Contreras esta vez deberá responder a la justicia por haber celebrado el convenio 016 del 30 de septiembre de 2008 con una asociación sin ánimo de lucro llamada Asoplatano, entidad que era carente para prestar el servicio de productividad en la zona.
Lee también: Exalcaldesa de Becerril a juicio por celebración indebida de contratos
“El municipio de Becerril acogió una propuesta de Asoplatano para llevar a cabo un proyecto productivo de siembra de 15 hectáreas de plátano a favor de un número igual de campesinos desplazados, asociados también a la mencionada entidad, con un aporte del municipio de 60 millones de pesos y de los asociados de 15 millones, representados en la tierra que dejaban a disposición para la siembra”, expresó la juez, quien agregó que dicha asociación no fue escogida bajo los parámetros legales que exige la ley colombiana.
Aunque la exmandataria fue acusada por la Fiscalía de los delitos de celebración de contrato sin cumplimiento de requisitos legales e interés indebido en contrato, la togada consideró que la Fiscalía pudo demostrar la primera conducta.
Bueno Contreras fue vinculada a esta investigación en audiencias preliminares desarrolladas en Bogotá el 8 de marzo del año 2013.
Sin embargo, no fue el primer proceso que enfrentó en los estrados judiciales de Valledupar puesto que con esta ya son cuatro las condenas que viene pagando con detención domiciliaria.
Lee también: Por tercera vez condenan a exalcaldesa de Becerril
La primera fue emitida por 32 meses, el 12 de junio del año 2018, por el delito de celebración de contratos sin cumplimiento de los requisitos de ley.
Por este mismo delito recibió otra condena por suscribir un contrato para la bocatoma del acueducto de Becerril, bajo un convenio con una firma sin capacidad económica y sin cumplimiento de los requisitos de planeación, transparencia y honestidad de la elección.