- Tanto los Pulido Quijano como los Campo Muñoz, llegaron hasta Medicina Legal a esperar los cuerpos de las víctimas quienes fueron sepultados en su tierra natal, el corregimiento de Aguas Blancas.
De manera trágica terminó la historia de amor que desde desde muy joven protagonizó, Elizabeth Campo Muñoz, de 40 años, con el hombre de toda su vida, Marco Antonio Pulido Quijano, de 45 años, quien, según las primeras versiones, disparó contra su mujer y luego se propinó un disparo.
Cinco hijos quedaron como prueba del gran amor que esta pareja se profesó durante cerca de 26 años, pero que la muerte interrumpió de un tajo.
Las versiones conocidas indican que Pulido Quijano, luego de tomarse unos tragos en la calle, regresó a su casa e inició una fuerte discusión con su mujer, Elizabeth, quien a esa hora de la madrugada, 1:00 aproximadamente, dormía en una de las habitaciones.
En otro de los cuartos descansaban sus hijos, menos el mayor, de 21 años, que a esa hora también regresaba a su casa cuando los dos disparos retumbaron en la vivienda. Aseguran los familiares de las víctimas que el joven corrió hasta el cuarto de sus padres y tras violentar la puerta, encontró el dantesco cuadro, sus padres yacían sin vida en la pequeña habitación.
Los móviles del caso son todo un misterio, ya que no sólo acabó con la vida de su mujer y la propia, también con la tranquilidad de sus hijos y dos familias que buscan respuesta a semejante situación que no terminan aún de asimilar.
Ahora la tarea es para los miembros del CTI, quienes abrieron la respectiva investigación para esclarecer los móviles de este doble crimen que estremeció la pequeña población de Aguas Blancas, el viernes anterior, en plena Semana Santa, cuando el mundo cristiano se preparaba para celebrar la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo.
Aunque, aún se espera el dictamen de Medicina Legal, para tener más luces sobre lo que realmente sucedió esa madrugada; se conoció de manera extraoficial que Elizabeth presentaba una herida por arma de fuego, revolver Smith Wesson calibre 38, a la altura de la parte derecha del cuello. Sobre la herida de Marco Antonio, no se tiene precisión, algunos de los allegados manifestaron que, al parecer, el disparo ingresó por la boca.
En estos momentos, la investigación adelantada por los servidores del CTI, organismo encargado de la diligencia de inspección de los cadáveres, cursa la etapa de recolección de elementos probatorios.
Marco Antonio, quien tenía como oficio la administración de fincas, era el quinto de los 12 hijos de Gladys Esther Quijano Romo y Jaime Pulido.
Sobre Elizabeth, se conoció que era la última de 12 hermanos quienes conformaban el hogar de Manuel Antonio Campo Camacho y María Encarnación Muñoz Montero, fallecida.