Tragedia y dolor entre familias del Cesar ha dejado los crímenes pasionales registrados en los últimos días. La dependencia de la pareja, celos y agresiones revelaron desenlaces fatales.
Casos como los de la vallenata Yolbis Castro Negrete, quien fue gravemente herida a tiros por su expareja, pero días después murió en una clínica de Santa Marta, y el de Carlos Alberto Quintero García que se desfiguró el rostro con un disparo de escopeta porque creyó que había asesinado a su exnovia en el corregimiento de Los Ángeles, jurisdicción de Río de Oro, (Cesar), han alertado a las autoridades que invitan a la ciudadanía a manejar los niveles de tolerancia.
El último hecho que no dejó víctimas mortales, pero que causó asombro y preocupación entre los habitantes de esa población al sur del Cesar, mantiene bajo observación médica y con pronóstico reservado a Carlos Alberto Quintero García, que según los médicos sufrió desfiguración en el 50 % de la cara y fue sometido a diferentes cirugías faciales en la clínica Santa Isabel de Valledupar.
Según parece, los motivos que llevaron a Quintero García asesinar a su expareja e intentar quitarse la vida, se debe a que la mujer no quería seguir compartiendo una relación amorosa con el hombre. Por su parte, Mayerly Ballesteros Criado, fue trasladada a la clínica María Auxiliadora de Aguachica donde permanece internada, producto del disparo de escopeta que le comprometieron las manos y parte del tórax.
Cristina Agudelo, psicóloga especialista en terapias de parejas, dijo que “Los celos, la envidia y un amor capaz de matar por no querer perder el ser amado y por evitar que alguien más lo tenga; son algunos de los elementos claves para un desenlace criminal”.
Según la especialista, el delito pasional hace referencia al crimen ocurrido entre parejas con un vínculo amoroso o relación sentimental; por su parte, el sentimiento de querer dañar al otro surge en el momento que una de las partes se siente ofendida por el otro, que al no poder controlar sus impulsos, actúa buscando la forma de saciar su rabia.