Una historia como esta no debe repetirse, era la frase que más se escuchaba en las honras fúnebres de Sildana Maestre Maya, una mujer que murió en un acto de intolerancia, luego de una discusión con su esposo, Ricardo Molina Araújo, quien luego de una discusión, sacó su arma y disparó en varias oportunidades y según dijo en una audiencia, de manera accidental un disparo le cayó a su esposa en la cabeza.
Tal como estaba previsto, el cuerpo sin vida de Sildana fue traído a Valledupar la noche del pasado jueves y este viernes fue llevado al Palacio de Justicia en donde permaneció en Cámara Ardiente; de allí partió el cortejo fúnebre a la Iglesia Inmaculada Concepción, en donde fue recibido por el párroco Enrique Iceda, quien en su homilía hizo un fuerte llamado a la reflexión, a la unión de parejas y al respeto entre esposos.
Después de los actos religiosos, el féretro fue llevado hasta el Cementerio Central, por la calle 16, desde la iglesia hasta el parque de Las Madres, los acompañantes de la familia Maestre Maya se apoderaron de la vía para unirse a este momento de dolor.
Un grupo de amigas de Sildana, se pusieron de acuerdo para vestirse todas de blanco y llevar rosas blancas, esto para hacer un homenaje a esta mujer, hacer un llamado a la no violencia intrafamiliar y hacer un llamado a la paz.
En los actos fúnebres, Carlos Alberto Maestre, con un profundo dolor en su alma ante la despedida de su única hermana dijo “desde mañana trabajaré en la creación de una ONG que tendrá como nombre Sildana Maestre, esto con el fin de evitar que se repitan tragedias como las que estamos viviendo, el propósito será el de fomentar la tolerancia y armonía de las familias, estar en contra de la violencia intrafamiliar, violencia contra de las mujeres y en contra los niños”, acotó.
Agregó que “voy a trabajar en esto con la ayuda de otras ONG, difundiré este tema acudiendo a colegios, dictando charlas a través de cátedras de Constitución, el tema de la tolerancia, esta situación tan dramática y triste que nosotros estamos viviendo no se puede volver a presentar en ningún hogar de Valledupar, del Cesar, de la Costa, de Colombia y del mundo”.
Según Carlos Alberto, esas situaciones se presentan por algo absurdo, incomprensible, física intolerancia, malos hábitos culturales en el tema del trago y el manejo de las armas, eso se puede crear, así como ya se ha creado una cultura para el uso cuidadoso del tema del vehículo.
“Si estamos hablando que colectivamente tenemos que trabajar el tema del postconflicto, con mayor razón hay que trabajar eso que una familia en un país civilizado como Colombia, debe ser tolerante, respetar las diferencias entre esposos, hijos, padres, hermanos, porque por que existan algunas diferencias no por eso deben llegar estos extremos de cuestiones de peleas, es un tema de cordura que espero no se repita, porque de una simple discusión lleguen hasta estos extremos, de desencadenar una tragedia como esta”, enfatizó.
Por Redacción EL PILÓN