En la urbanización Los Mayales
Recogiendo los pocos elementos que no fueron alcanzados por las llamas que arroparon todo el segundo piso de su residencia, Ana Rodríguez Escobar, no salía de la perplejidad que le ocasionó perderlo todo en cuestión de minutos.
Al parecer, un corto circuito ocasionó el voraz incendio, a las 9:30 de la mañana, en una de las habitaciones de la casa, ubicada en la calle 31 con carrera 6 de la urbanización Los Mayales, donde la familia Palacio Rodríguez reside, desde hace ocho años.
“Fui a la tienda para hacer unas compras, no tarde ni cinco minutos cuando la casa empezó a emanar humo y la candela en cuestión de segundos se apoderó de todo el segundo piso. Por fortuna mis hijas no resultaron heridas, la mayor estaba en el colegio y la menor de apenas 4 años había bajado a la planta baja”, precisó la comerciante, mientras echaba en un saco las pertenencias que se salvaron de las llamas.
Los vecinos se convirtieron en improvisados socorristas que con baldes y mangueras intentaron sofocar las llamas, mientras una Unidad del Cuerpo de Bomberos llegó a la residencia y en menos de 10 minutos controlaron la emergencia.
Olver Palacio, quien se encontraba en el municipio de San Juan del Cesar, llegó al medio día de ayer a su casa encontrándose con la mala noticia del incendió que acabó con los esfuerzos de tantos años de trabajo.
Pudo ser peor
Entre tanto los socorristas del Cuerpo de Bomberos de Valledupar que atendieron la emergencia, explicaron que la conflagración fue controlada a tiempo y se evitó que las llamas se extendieran a las residencias vecinas.
“El machimbre de la segunda plata sirvió como combustible para la candela que rápidamente se apoderó de las habitaciones y – teniendo en cuenta la estreches de las mismas- las paredes se agrietaron al igual que los vidrios, la cosa pudo ser más grave” manifestó un integrante del cuerpo de bomberos.