Este miércoles, la Corte Constitucional de Colombia dio viabilidad al suicidio médicamente asistido como un procedimiento para acceder a la muerte digna.
El procedimiento es distinto a la eutanasia, pues a diferencia de este es el paciente quien ejecuta la acción de acabar con su vida.
De acuerdo con la decisión, el suicidio médicamente asistido solo puede regir cuando el paciente esté debidamente diagnosticado con una lesión corporal o enfermedad grave e incurable.
Así mismo, el paciente debe presentar intensos dolores físicos o psíquicos y debido a esto se presente incompatibilidad con el precepto de vida digna.