La actual descomposición institucional por la que atraviesa el país, reflejada en un alto grado de corrupción, amerita la convocatoria de una Asamblea Constituyente como el escenario ideal para adelantar la reforma estatal que se requiere, en todos los niveles.
Tal es el concepto del exmagistrado de la Corte Constitucional, Jaime Araújo Rentería, precandidato a la Presidencia de la República por el movimiento ‘Indignados en rebelión por derechos’.
“La corrupción ha invadido todos los sectores de la sociedad. Ni las autoridades, ni los organismos de control ni los jueces han sido eficaces. Hay un sentimiento de impotencia de los colombianos que dicen: ‘Entre el diablo y que escoja’ porque no podemos hacer absolutamente nada”, expresó Araújo Rentería durante visita realizada a Zonacero.com.
En el caso de la justicia, agregó, “los colombianos esperamos que sea pronta y cumplida; que se se haga un estudio de la demanda de la justicia en la sociedad, asignando el mínimo suficiente para su funcionamiento, por derecho propio y que el término se resuelva con justicia”, recalcando que, al igual que en otros países, debería sesionar de cara al ciudadano para que éste sepa el porqué de los fallos para darle absoluta transparencia a los mismos.
“Esperamos que la crisis sirva no para destruir más a la justicia sino para fortalecerla. Y no solo reformar la justicia sino también los otros órganos del estado que tienen lo mismo. Por eso, hay que abrir una Asamblea Constituyente para reformar todas las instituciones. Si queremos revertir la actual situación para modificar las estructuras, nos toca diseñar unas instituciones distintas que hagan posible eso. Y el escenario para ello, no hay dudas que es una Asamblea Constituyente que designe y diseñe las estructuras nuevas para hacer los cambios estructurales que el país requiere”, afirmó.
Indicó que dicha Constituyente debe contar con la participación de aquellos sectores que no han tenido voz y dejarle una mínima parte a los partidos políticos.
También se refirió a los acuerdos de La Habana. “Se negociaron simplemente 5 derechos, pero no se negoció ni se habló de los derechos a la educación, la salud, la pobreza, reforma agraria, redistribución de la riqueza, reforma urbana, reforma financiera, derechos que hay que reclamarlos con acuerdos de La Habana o sin ellos”, señaló.
Consideró que en La Habana lo que se dio fue la cesación parcial de un conflicto, teniendo en cuenta que siguen vigentes el ELN, residuos de las Farc y las Bacrim, entre otras organizaciones al margen de la Ley.
“La paz verdadera es con justicia social, que son los derechos que no nos dieron en La Habana. No podemos tener una paz verdadera si no le damos a todas las personas sus derechos”, reiteró.
Dijo que siempre ha defendido los derechos de los colombianos, recordando que, estando en la Corte Constitucional fue emitida la sentencia C-1149 de 2001, con ponencia suya, cuando por primera vez en el país señaló que las víctimas tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación y garantía de no repetición.
Convocó a los habitantes de la Costa Caribe para, precisamente, respaldar a quien ha defendido los derechos de los ciudadanos.
Finalmente manifestó que el nombre de su movimiento “es una explicación de la realidad colombiana. Mirar a la sociedad y descubrir que muchos colombianos están indignados y tienen razón por la falta de salud, educación, oportunidades y mujeres que reclaman igualdad. Todos los indignados nos hemos levantado para reclamar nuestros derechos. Nos hemos rebelado para reivindicar esos derechos que no hemos encontrado en el Estado”.
Tomada del Espectador