El papa Francisco fue intervenido quirúrgicamente por un problema de colon este domingo, razón por la cual permanece recluido en el Policlínico Gemelli de Roma, donde se recupera de la operación “para una estenosis diverticular”, un problema del colon que afecta en su mayoría a las personas de edad avanzada y cuya operación había sido programada con antelación.
“Su santidad el papa Francisco está en buenas condiciones generales, consciente y respira por sí mismo”, aseguró el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
Explicó además que “la cirugía para la estenosis diverticular realizada en la noche del 4 de julio comportó una hemicolectomía izquierda y tuvo una duración aproximada de 3 horas“.
“Se espera una hospitalización de aproximadamente siete días, salvo complicaciones”, continuó.
En la noche del domingo, tras horas de espera sobre el estado del sumo pontífice, el mismo Bruni anunció que había “reaccionado bien” y que había recibido anestesia general, aunque intentó no dar más detalles, aseguró que la intervención había sido llevada a cabo por Sergio Alfieri, jefe del departamento de digestivo del Gemelli, en compañía de un equipo de otros ocho médicos.
El anuncio causó sorpresa, ya que se desconocía que Francisco tuviese que ser sometido a una operación que se había programado para los primeros días de julio, mes en el que el sumo pontífice reduce sus actos al máximo para poder descansar y solo mantiene su presencia en el rezo dominical del Ángelus.