El antiguo jefe paramilitar Jairo Alegría Martínez, alias Carlos Alegría, fue condenado a 30 años y 2 meses de prisión por participar en el crimen del profesor kankuamo Rufino de Jesús Maestre Gutiérrez, ocurrido el 25 de febrero del año 2003 en Valledupar.
La sentencia la profirió un juzgado especializado de Bogotá por el delito de homicidio en persona protegida, endilgado por la Fiscalía.
Según la investigación, ‘Carlos Alegría’ dirigía el frente Mártires del Cesar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, a las cuales pertenecían los dos sicarios que dieron muerte al profesor.
“En ese sentido, quedó en evidencia que los homicidas estaban a su cargo y respondían a las directrices que él y el grupo ilegal impartían, entre estas, amenazar y perseguir a algunos kankuamos, a quienes señalaban equivocadamente de ser colaboradores de otras organizaciones criminales que delinquían en la región”, aseguró la Fiscalía.
Asimismo, establecieron que ‘Carlos Alegría’, en su momento, fue el jefe urbano, ideólogo, coordinador logístico, entre otros roles ilícitos de la citada estructura paramilitar, y recibía el apoyo y respaldo de los máximos cabecillas del Bloque Norte, como alias Jorge 40 y alias 39.
EL CRIMEN
El profesor Rufino de Jesús Maestre Gutiérrez fue asesinado en una esquina del barrio El Refugio de la capital del Cesar.
Este se encontraba esperando el transporte público y fue abordado por dos sujetos armados que le dispararon de manera indiscriminada.
Maestre Gutiérrez falleció de varios disparos. Su muerte, al parecer, fue producto de la arremetida del grupo armado en contra del pueblo indígena por falsos señalamientos.
Así las cosas, el exparamilitar también responderá por una multa de 2.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes y deberá cumplir con un acto de arrepentimiento y perdón hacia los familiares del docente asesinado y la comunidad indígena afectada.