El Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Valledupar, profirió sentencia anticipada de 18 años y siete meses de prisión contra el exparamlitar Jesús Albeiro Guisao Arias, conocido como ‘El Tigre de Urabá’, ‘James’, Brayan o ‘El amiguito’, por el delito de homicidio agravado.
Según el expediente Jesús Albeiro Guisao Arias, hizo parte de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, que el 22 de marzo de 1997, perpetraron varios homicidios en Agustín Codazzi, Cesar.
Donaldo Garay Gómez, dueño del establecimiento Veterinaria El Vaquero, en el centro de la población, fue una de las víctimas y Guisao Arias reconoció ante las autoridades que él fue quien lo mató.
En su confesión ante la Fiscalía 94 de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derechos Internacional Humanitario, manifestó que el crimen fue ordenado por Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, quien pretendía exterminar a los supuestos colaboradores de la guerrilla en el norte del Cesar.
La orden de ‘Jorge 40’ era “calentar el municipio de Codazzi, para que la guerrilla se diera cuenta que estábamos en la zona y esta gente hacia parte de la red de ellos”, sostuvo ‘El Tigre de Urabá’ en los estrados judiciales.
El exparamilitar también aseguró que el mismo día del muerto de la veterinaria, el grupo de hombres armados que incursionaron en Codazzi se dividió y ‘Jorge 40’ en compañía de alias ‘El Pájaro’, asesinaron en la Trocha de Verdecía a Carlos Enrique Gómez Arzuaga.
Perfil
Jesús Albeiro Guisao Arias, nació el 9 de noviembre de 1968 en Cañas Gordas, Antioquia. Sólo estudio hasta quinto de primaria, y en 1992 ingresó a las autodefensas de Carlos Castaño Gil, en Urabá, grupo creado a finales de los años 80 cuyo interés era defender los intereses de los ganaderos, campesinos y demás estamentos de la sociedad que eran víctimas de los sistemáticos ataques de la guerrilla.
Posteriormente el grupo de Castaño se autodenominó Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá. Finalmente se llamaron bloque norte de las Autodefensas Unidas de Colombia.
En 1996, los ‘paras’ bajo el mando de Salvatore Mancuso, ingresaron al norte del Cesar, a realizar actividades delictivas y retomar el territorio que tenia la guerrilla.