Aunque muchos lo niegan, en el Concejo de Valledupar las cosas están tensas. Después del fallo del pasado 14 de junio, en el que la Procuraduría Segunda Delegada para la Vigilancia Administrativa sancionó a 15 de los 19 concejales con destitución e inhabilidad por 13 años por la elección del contralor Álvaro Castilla Fragoso, las relaciones entre los corporados cambiaron.
Prueba de ello ocurrió en la sesión de ayer donde se debatía el transporte informal hacia los corregimientos del norte de Valledupar y se dio un momento de alta tensión cuando el presidente del Concejo, Guido Castilla González pidió a la seguridad de la corporación que sacara del recinto al concejal Leo Mestre, debido a que este le pidió que dejaran hablar a los transportadores formales.
Sin embargo, como el Policía encargado de la vigilancia del Concejo no se encontraba en el lugar no fue posible hacer efectiva la orden, pero a raíz del incidente la comunidad que se encontraba en el recinto la emprendió contra Castilla González a quien le reclamaron el por qué pretendía que Mestre no se pronunciara.
Lo de ayer no fue el único incidente presentado; en la sesión del miércoles donde se debatía la seguridad de Valledupar, al concejal Carlos Daza Lobo le negaron la palabra para intervenir en la sesión, por lo que este decidió salirse.
“El ambiente está pesado, debido a las circunstancias que están viviendo, en el debate sobre seguridad me negaron el uso de la palabra y hoy (ayer) se lo negaron a Leo Mestre que lo iban a mandar a sacar”, afirmó Daza Lobo.
Según se conoció, la tensión en el Concejo obedece a que varios de los sancionados están molestos con los cuatro que se ‘salvaron’ de la sanción, por no haber votado por Castilla Fragoso.
Es así como Carlos Daza López quien insistió en que no había afán para elegir contralor y se debía analizar muy bien las hojas de vida de los candidatos, votó en blanco; Leo Mestre votó por el Defensor del Pueblo, Omar Contreras, quien en caso de haber salido elegido también estaba impedido, por ser primo del exalcalde Fredys Socarrás; Gloria Ovalle que se salió del recinto y Ricardo López Valera que manifestó ser familia de uno de los candidatos y por eso se abstuvo, cuatro concejales que serían los causantes del ‘sinsabor’ que pasan varios de los sancionados por el Ministerio Público.
Sin embargo, concejales que resultaron sancionados como Gabriel Muvdi Arangüena aseguran que no hay tal tensión. Según explicó, en su caso no es enemigo de nadie, porque no fue al Concejo a hacer enemigos, “nadie es enemigo de nadie, sino que Leo Mestre siempre se las tira de más grande”.
En la sesión de ayer el presidente del Concejo mandó a sacar a un concejal.
Redacción política