La quinoa, es uno de los granos más importantes de los Andes, es técnicamente la semilla de una hierba, aunque es considerado un grano. Pertenece a la familia de las quenopodiáceas pero se compara con los cereales por su composición y su forma de comerlo.
Propiedades de la quinoa
La quinoa provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos complejos, pero también aporta cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos y ofrece alrededor de 6 gramos de grasas en igual cantidad de alimento.
Si comparamos la quinoa con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, la quinoa es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos.
Los beneficios de la quinoa
- La quinoa al poder emplearse como un cereal, es especialmente beneficiosa en la dieta de personas celíacas, ya que no contiene gluten.
- Asimismo, por su alto contenido en fibra y su mayor aporte proteico respecto a los cereales, la quinoa tiene un bajo índice glucémico, lo que la vuelve ideal para personas con diabetes o que desean adelgazar comiendo sano.
- También es de gran ayuda para controlar los niveles de colesterol en sangre, ya que su fibra y sus lípidos insaturados favorecen el perfil lipídico en el organismo.
Ingredientes
– 2 kilos de harina de trigo
– 1 kilo de quinua
– 200 gramos de melaza
– 250 gramos de miel de abejas
– 500 gramos de mantequilla
– 50 gramos de mantequilla para cocinar la quinua
– 4 huevos
– 100 gramos de levadura
– 500 gramos de masa madre
– 20 gramos de tintura de caramelo
– 200 mililitros de agua
– 40 gramos de sal
En una olla derrite los 50 gramos de mantequilla. Agrega la quinua, el agua y una pizca de sal. Cocina hasta que la quinua esté al dente. Retira y deja enfriar. En una mesada mezcla la harina con la melaza, los huevos, la levadura, la masa madre, la miel, el agua y el tinte de caramelo. Al final, sazona con la sal y mezcla la quinua. Sigue trabajando hasta obtener una masa homogénea. Pon la masa en un recipiente, cúbrela con un paño húmedo y déjala fermentar durante 40 minutos en una zona tibia. Al cabo de ese tiempo forma bollitos con la masa, acomódalos sobre una bandeja enmantequillada y llévalos al horno precalentado a 325 °F durante unos 25 minutos.