Los dos hurtos presentados en menos de 15 días en las Joyerías Corina y ‘El Valle’ de la capital del Cesar dejó una sensación de zozobra entre los comerciantes del centro de la ciudad.
La falta de acompañamiento policial, la delincuencia organizada y la ausencia de estrategias para capturar a los ladrones, son apenas algunos de los puntos sobre la agenda de los comerciantes. De hecho, Fernando Mendoza, uno de los propietarios de la joyería El Valle, con ahínco resaltó que los sujetos tras robar en su local salieron con agilidad por no haber presencia policial.
“Eran como ocho personas, de acuerdo a lo registrado en las cámaras de seguridad, al lugar ingresaron cuatro sujetos y uno de ellos salió a entregarle el paquete a una quinta persona de suéter rojo, quien a su vez estaba con otros hombres en motos que recogieron a los otros”, precisó Mendoza.
Tras realizar el inventario, los afectados establecieron que los delincuentes se alcanzaron a llevar aproximadamente $150.000.000 entre joyas de valor y dinero en efectivo.
Aunque algunos tenían el rostro cubierto, en la huida quedaron registrados en las cámaras de seguridad, las cuales podrían ser piezas fundamentales para que las autoridades den con su paradero.
“Nosotros no pensamos que esto fuera a ocurrirnos en Valledupar, llevamos 60 años con esta joyería, es la más vieja que tiene la ciudad”, puntualizó Mendoza.
En ninguno de los dos robos que se han registrado por ahora hubo capturados. Sin embargo, las autoridades durante las primeras indagaciones reconocieron que una banda criminal organizada estaría detrás de los hechos bajo el mismo modus operandi.
El teniente coronel Elkin Corredor, comandante operativo de la Policía Cesar, precisó que probablemente los delincuentes sean personas de otras ciudades. De ser así, no sería la primera vez que foráneos ‘arman’ escenario para delinquir sin inconvenientes en Valledupar.
Por ejemplo, meses anteriores la Fuerza Pública desmanteló grupos criminales conformados por sujetos de la Costa Caribe que aparentemente se dedicaban al hurto de vehículos en los departamentos del Cesar, La Guajira, Magdalena y Sucre. Se trata de la banda ‘Los Tántalos’, desmantelada el pasado mes de mayo por la Sijín de la Policía Nacional.
Los detenidos para la época fueron Juan Carlos Pumarejo Núñez, Manuel Segundo Hernández Álvarez, Carlos Andrés Arias Corzo, Jafeth Elías Oñate Camargo, Oscar Darío González Zúñiga, Carlos Hadit Hasbum Andrade, Luis Antonio Amaya Curiel, Didier Antonio Estrada Vidal, Andi Peinado Garrido y Jorge Luis Gámez Carranza, quienes comparecieron ante el Juzgado Cuarto Penal Municipal con función de Control de Garantías.
Según la investigación, ellos bajo el liderazgo de Manuel Segundo Hernández, alias El Ovejo, cometieron ocho robos de automotores entre el año 2020 y lo que va del 2021.
Como modus operandi tenían que actuaban entre cinco a seis personas que se movilizaban en dos o tres motocicletas a la hora de cometer los atracos. Inicialmente contactaban a las víctimas, muchas veces en la vía, para intimidarlas con arma de fuego e ingresarlas a una trocha donde estaban los demás, quienes se encargaban de amordazarlas para apoderarse del carro.
Pero, durante lo corrido del año las autoridades no han reportado sobre el desmantelamiento de alguna estructura criminal dedicada al robo de joyerías.
“LA POLICÍA SOLO SE VE EN RETENES”
Lo cierto es que los vendedores de joyerías con los casos recientes se sienten desprotegidos y al unísono manifestaron que carecen de controles policiales en el centro de la ciudad.
“La seguridad es bastante deficiente ya que en el sector no transitan muchos policías, sobre todo en los horarios críticos como es en las horas de la mañana y de la tarde cuando comienza a finalizar la jornada laboral. Estamos expuestos las 24 horas del día”, manifestó Jhon Alex Robles, administrador de una joyería.
Los negocios en su mayoría prefieren apostarle al sistema de vigilancia privado con cámaras de seguridad y otras herramientas que protejan a los negocios mientras estén cerrados. No obstante, los comerciantes creen necesario establecer estrategias mancomunadas que fortalezcan la zona.
“Acá en cinco esquinas solo se ve la Policía cuando están haciendo retenes, acá no hacen acompañamiento para nada. Nosotros tenemos seguridad privada, en algún momento también nos atracaron, pero la compraventa estaba cerrada, fue hace años”, precisó Claudia Durán, empleada de una joyería en cinco esquinas.