Un comerciante de avanzada edad que tenía una difícil situación económica, problemas de salud y sufría de depresión, puso fin a su vida propinándose un disparo de escopeta calibre 16, aprovechando que su compañera permanente había salido de su casa, según indicaron las autoridades.
El suicidio se registró este martes en una vivienda localizada en el municipio de Aguachica, propiedad de Mariano Pérez Carvajalino de 67 años, natural de Ocaña, Norte de Santander y radicado desde hacía varios años en Aguachica.
Según indicaron algunos vecinos, Pérez Carvajalino había vendido recientemente una de sus propiedades, se dedicó a prestar la plata al interés para aumentar el capital, pero sus clientes al parecer le quedaron mal y no pudo recuperar el dinero. Así mismo, venía padeciendo quebrantos de salud, hasta el punto que los médicos que lo atendían, le había manifestado que debían amputarle una pierna, por una depresión que venía padeciendo desde hacía varios meses y que supuestamente no pudo superar la separación con su mujer con quien vivió por más de 19 años.
Sin embargo, Pérez Carvajalino, compartía últimamente con una joven, de quien las autoridades no obtuvieron mayores detalles.
La velación se lleva a cabo en una de las funerarias de la localidad y el sepelio se cumplirá en Aguachica.