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A Codazzi, trasladaron operario de Drummond muerto en accidente

Hasta el municipio de Codazzi, norte del Cesar, trasladaron ayer el cadáver del operario de camión pesado al servicio de la multinacional Drummond, quien murió en un accidente de tránsito la noche del pasado viernes entre San Diego y Los Brasiles, donde chocó la motocicleta en la que viajaba solo, contra un automóvil.

La víctima identificada como Franklin Andrés Quintero Salcedo, quien residía en el barrio Doce de Octubre de Valledupar con su esposa y su hija de un año y medio de nacida, había salido a las 6:40 de la tarde del pasado viernes con destino a Codazzi a visitar a su abuela, pero al tratar de sobrepasar un vehículo sin medir la distancia respectiva, se chocó de frente contra un automóvil.

El percance, según las autoridades de carretera, se registró 50 minutos después de haberse despedido de sus familiares en Valledupar, a la altura del kilómetro 117 más 130 metros, donde colisionó de frente contra el Mazda 3, de placas CYQ-000, conducido por el médico Iván Montero Triana, quien resultó ileso, pero su vehículo totalmente destruido en la parte frontal a raíz del violento impacto.

“Nosotros no sabemos quién tuvo la culpa, nos dijeron que hubo invasión de carril, pero exactamente quién fue el responsable, no tenemos ni idea, esperamos el informe de las autoridades de tránsito, quienes fueron los que hicieron el croquis y pueden determinar la responsabilidad. Lo cierto es que mi hijo quedó tendido sobre la carretera a unos veinte metros de donde estaba el carro. No vi señales de freno de ninguno de los vehículos involucrados en el accidente. Hay que esperar”, precisó su progenitor Humberto Quintero cuando se encontraba en la parte externa de la morgue de medicina legal en Valledupar, para recibir el cadáver.

¿Quién era la víctima?

Franklin Andrés Quintero Salcedo, había nacido del hogar conformado por Humberto Quintero y Rosa Salcedo, casado con Sorys de Quintero, de cuya unión quedó una niña de un año y seis meses, llevaba alrededor de siete años trabajando con la multinacional Drummond.

Sus amigos y compañeros lo describieron como una persona muy alegre, amante de la música de cuerdas, tocaba guitarra en sus ratos libres, muy cariñoso con su familia, hogareño, de excelsas cualidades y calidades humanas, hogareño, solidario y humanitario.

“Para mí era un hijo muy especial, por el cariño que nos profesábamos”, afirmó su progenitor.2.-

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN

Categories: Judicial
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