Un pequeño cocodrilo de por lo menos dos metros de longitud, puso en aprietos a más de mil 500 habitantes del corregimiento de Las Salinas, zona correspondiente a Terraplén y Puerto Oculto, en San Martín, Cesar, luego de que una mujer saltó de susto al ver que el animal trató de morderle la pierna a su hija de sólo 3 años.
Cuenta la mujer, que tiene su casa muy cerca a un pequeño charco que se encuentra a un lado de la carretera que conduce hacía Puerto Oculto, que nunca se imaginó que el feroz animal tratara de meterse a su casa.
Explicó que la tarde del domingo anterior, cuando vio que detrás de su hija venía el animal con la boca abierta, corrió a poner a salvo a la pequeña, gritando a la vez para que los vecinos salieran y fue allí cuando todos se dieron cuenta que el cocodrilo se ocultó bajo las tarullas del pequeño lago.
De inmediato los habitantes del corregimiento, pidieron ayuda a las autoridades y en cuestión de minutos, el charco estaba rodeado de mucha gente con machetes, garrotes, hachas y hasta lazos, con el único fin de capturar al animal que venía acabando con los lánguidos perros que se pasean la muralla en horas de la noche, en busca de comida.
Se necesitó del coraje de mucha gente para sacar el agua que se encontraba en el estanque, hasta que solo quedó barro y tarulla, por lo que se les facilitó capturar al cocodrilo que asustado lanzaba los coletazos a quienes veía que se le acercaban.
La comunidad al someterlo con cabuyas, lo amarró de boca y patas, para poder trasportarlo hasta el río Lebrija con el objetivo de dejarlo en libertad, pero el enfurecido reptil una vez fue desatado, en vez de meterse al agua, se regresó a toda prisa y se refugió de nuevo en el mismo charco de donde fue sacado a la fuerza.
Horas más tarde, fue capturado de nuevo y llevado en canoa a cinco kilómetros del estanque donde vivía y fue liberado en una de las ciénagas de la región.