CARACAS (AP) —
El presidente Hugo Chávez ordenó la intervención de 43 haciendas en el estado suroccidental de Mérida como parte de su campaña de combate al latifundio que viene realizando desde hace varios años.
Las haciendas ocupan unas 20.200 hectáreas de la localidad de El Vigía.
“Esas tierras no son de ellos (los propietarios). Esas tierras son nacionales. Ellos se las cogieron, los terracogientes. No son ni siquiera terratenientes, son tierracogientes. Se robaron la tierra a punta de violencia. Mataron mucha gente para robarse la tierra, y ahí está nuestro pueblo, nuestros indios, nuestros pobres sufriendo la miseria”, dijo Chávez al anunciar su decisión en la noche del miércoles durante una cadena de radio y televisión.
El mandatario defendió la intervención alegando que busca “acabar con el capitalismo explotador” y poner las tierras a la orden de “los pobres, de los tercerizados, de los que lo necesitan”.
Las expropiaciones de tierras y fincas han sobrepasado los 2,3 millones de hectáreas. En tanto, en el último año el gobierno de Chávez ha expropiado más de dos centenares de compañías, según estimaciones del sector empresarial.
La mayor cámara de empresarios del país presentó el miércoles en el Tribunal Supremo de Justicia una demanda de “protección constitucional” contra las masivas expropiaciones.
El presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecamaras), Noel Álvarez, afirmó que la demanda busca que se “declare la vigencia de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela y se restablezca la vigencia de la misma, en cuanto al sistema socioeconómico y a los derechos económicos consagrados en ella”.
Las nacionalizaciones y expropiaciones han afectado a empresas del sector petrolero, eléctrico, telefónico, agrícola, industrial, siderúrgico, inmobiliario y financiero.
Chávez también anunció que emitirá un decreto de reconstrucción integral en los estados Mérida y Zulia para reparar los daños causados por las inundaciones ocasionadas por las intensas precipitaciones de las últimas semanas, que han dejado un saldo de 35 muertos y más de 5.000 damnificados en varias regiones del país.