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Celador se ahorcó al interior de taller de latonería

Graciano Crespo Rangel, un hombre que había dedicado casi toda su vida a vigilar en un taller de latonería y pintura en Valledupar, cumplió lo que en principio sus familiares no le creían, porque siempre se los decía en broma, se suicidó mediante la modalidad de ahorcamiento.

Crespo Rangel de 75 años, había nacido en Chimichagua, Cesar, llevaba más de 40 años de residir en la capital del Cesar y un poco más de 15 años de prestar sus servicios de celaduría en un taller de latonería y pintura ubicado en la calle 22 con 18A del barrio Simón Bolívar, donde llevaba seis meses de trabajo.

Cronología de los hechos

Vilma Rosa Cuello contó que su tío Graciano Crespo Rangel, se encontraba un poco enfermo con gripe, fiebre, dolores en el cuerpo y se notaba un poco deprimido; parece que él tenía todo preparado para suicidarse.

“Él siempre me decía que estaba aburrido, solo y que en cualquier momento se ahorcaba y que no quería seguir viviendo, pero… yo no la creía, porque me lo decía como en broma. Yo le manifestaba que se dejara de esas locuras, que la vida había que disfrutarla y que siguiera para adelante”, dijo Vilma Rosa.

Graciano vivía con su sobrina en la calle 5F con carrera 50 del barrio La Nevada de Valledupar, a las 5:00 de la tarde tomaba la buseta para ir a su trabajo y la tarde del pasado martes lo hizo una hora antes, lo que le causó extrañeza a su familiar, quien le preguntó por qué se iba más temprano, a lo que él respondió que tenía que hacer una diligencia antes de llegar al trabajo.

“No abría, ni contestaba”

Uno de los compañeros de trabajo sorprendido por la fatal decisión manifestó que Graciano, había llegado al taller a las 5:00 de la tarde del pasado martes y estaba algo enfermo. “Le manifesté que mejor se fuera para la casa, descansara un poco y regresara el miércoles, pero él me respondió que no, que ya estaba aquí y tenía que cumplir con su labor. No le notamos nada de raro, en la mañana de hoy (ayer) que uno de los trabajadores llegó a abrir el taller a las 7:00 de la mañana, abrió la cerradura del portón metálico, pero tenía el seguro puesto”.

Agregó que, se cansó de llamarlo, de tocar el portón y no respondía nada, fue entonces cuando decidió entrar volándose la pared y se sorprendió al ver a su compañero sin vida, colgado de una cuerda.

El levantamiento de cadáver estuvo a cargo del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI de la Fiscalía.

 

Por Abdel Martínez Pérez

abdel.martinez@elpilon.com.co

Categories: Judicial
Periodista: