Los datos que recopiló el CTI de la Fiscalía sobre el paradero de Agustín Elías Oñate Rodríguez, de 51 años, investigado por un doble homicidio ocurrido en Valledupar hace más de seis años, fueron confirmados por un informante. Sin embargo, la institución judicial no quería dañar el seguimiento que le había hecho al comerciante los últimos 12 meses y por eso esperó hasta el último momento para terminar con éxito el trabajo y capturarlo.
La investigación señalaba que se encontraba en Barranquilla. Una vez teniendo la certeza de la ubicación de la empresa donde Oñate trabajaba, los peritos decidieron ejecutar el operativo. De esta forma, a la 1:30 de la tarde de ayer, en la calle 18 No. 13 – 360 del barrio Centenario de la capital de Atlántico, efectivos del CTI seccional Cesar sorprendieron a Oñate y le notificaron que sobre él pesaba una orden de captura por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio y fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego.
La historia del crimen que está detrás de esta orden judicial generó consternación en los habitantes de la capital de Cesar, que incluso muchos la recuerdan. El epicentro fue la casa del prestamista Javier Sarabia Arango, ubicada en la manzana 39 del barrio Garupal.
A las 10:30 de la mañana del 24 de noviembre de 2009, dos hombres llegaron al predio y dispararon contra el prestamista y los demás miembros de su familia dejando una sangrienta escena.
En el atentado murieron la esposa de Javier Sarabia, Blanca Inés Acosta Silva, quien para la fecha tenía 39 años; y uno de sus hijos, que para la fecha contaba con 10.
Milagrosamente el prestamista y su hijo mayor, quien tenía 14 años en ese instante, sobrevivieron a pesar de quedar gravemente heridos por los disparos de los sicarios.
La deuda pagada con bala
Para esa época Javier Sarabia le hizo un préstamo de 20 millones de pesos al comerciante Agustín Elías Oñate Rodríguez, sin embargo, este hombre no le pagó y decidió, presuntamente, contratar a unos sicarios para matar al prestamista y su familia.
Esta información reposa en el expediente que tiene la Fiscalía 16 seccional Cesar y que será expuesta durante el proceso en contra de Oñate.
Por este caso, Luis Alberto García Castro fue capturado minutos después del atentado y en el 2010 fue condenado a 50 años de prisión, luego que aceptara los cargos. El otro sicario, que está identificado y es familiar de García, prófugo de la justicia.
Con la captura de Agustín Oñate la Fiscalía avanza en el esclarecimiento del caso. Hoy, el indiciado será puesto a disposición de un juez penal municipal con funciones de control de garantías ambulante para que se legalice la captura, se imputen los cargos y se defina la medida de aseguramiento a imponer.
‘Esto se lo dejo a Dios’
Javier Sarabia solo quiere que haya justicia divina y penal. Se aferra a Dios para soportar esta situación y ver cómo pagan las personas que participaron en el crimen que acabó con su familia.
“Lo que hicieron ya está hecho. Yo se lo dejo a Dios. Que quede en manos de él”, concluyó el sobreviviente que el día del crimen perdió parte de su brazo izquierdo