Las autoridades de Colombia procedieron a la captura del presunto autor material del secuestro del equipo de prensa del diario El Comercio de Quito asesinado en cautiverio por disidencias de la exguerrilla FARC, informaron este miércoles fuentes oficiales.
Gustavo Angulo, conocido como Cherry, fue detenido el martes en un operativo de las autoridades colombianas en el corregimiento de La Guayacana, departamento de Nariño, una zona cocalera fronteriza con Ecuador, informó el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en rueda de prensa.
Angulo “fue quien presuntamente interceptó la camioneta en la que se movilizaban” el equipo de prensa conformado por el periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), en la población ecuatoriana de Mataje, cuando realizaban un reportaje sobre el narcotráfico en la frontera a finales de marzo, agregó.
Posteriormente los entregó al frente Oliver Sinisterra, al mando de Walther Arizala, alias Guacho, un exguerrillero de las FARC que se apartó del acuerdo de paz que desarmó y transformó en partido a la otrora guerrilla comunista.
La muerte en cautiverio de los miembros del equipo de prensa fue anunciada por el gobierno ecuatoriano el 13 de abril y sus cuerpos fueron hallados a finales de junio en la selva colombiana. Los captores pretendían la excarcelación de allegados a Arizala presos en Ecuador, a cambio de la liberación de los rehenes. Según los disidentes, la negociación se frustró por los operativos militares.
A raíz de este caso, Colombia y Ecuador lanzaron una feroz cacería contra Guacho a ambos lados de la frontera. En el marco de la ofensiva, el 7 de julio fue detenido el presunto custodio del grupo de prensa. En La Guayacana, donde fue capturado Cherry, fueron asesinados tres agentes judiciales colombianos el pasado miércoles, presuntamente por hombres de Guacho, señalado por las autoridades de Colombia de ser el brazo armado del Cartel de Sinaloa de México.
Según Villegas, Angulo alcanzó a concentrarse en una de las zonas pactadas entre las FARC y el gobierno para el desarme y la reinserción social de los exguerrilleros, pero luego se unió a la disidencia. Sin un mando unificado, los disidentes operan en alejados puntos de Colombia donde disputan las rentas del narcotráfico y de la minería ilegal. Según inteligencia militar, contarían con unos 1.200 combatientes.
El municipio de Tumaco, al que pertenece La Guayacana, es el área con más narcocultivos del mundo.
Hasta 2017, había 209.000 hectáreas sembradas con hojas de coca en Colombia, una cifra récord, señaló un reciente informe de Estados Unidos.