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Campesinos recuperan tierras ‘intoxicadas’ por los cultivos ilícitos en el sur

El sur del Cesar camina a pasos agigantados hacia la recuperación de sus valores y  hace esfuerzos para rescatar su tradición agrícola.  La coca le ha hecho demasiado daño a la economía del departamento y a sus pobladores, quienes por años se han enfrentado a todas las formas de violencia que se derivan del narcotráfico, a los odios y al veneno moral que dejaron sembrado en el territorio.
Pero los cultivos ilícitos también envenenaron la tierra, y por eso buscan desintoxicarla y recuperarla para que germinen en ella las semillas de la paz y los frutos de la esperanza.
En la actualidad en sus tierras crecen la papaya, el cacao, el arroz, el maíz, la yuca  y el algodón, que entró en su fase de exportación. Pero de la misma manera, se desarrolla un interesante proceso de recuperación de tierras con desarrollo de sistemas silvopastoriles.
Esta reconversión ha fomentado el uso sostenible de los recursos naturales en fincas ganaderas, reduciendo la degradación de los suelos, frenando la contaminación de aguas y la deforestación. Aunque lo más importante es que se ha convertido en una alternativa útil en el proceso de recuperación de las áreas degradadas por los cultivos de coca que requerían una utilización excesiva de químicos.
El desarrollo de sistemas silvopastoriles se inició lentamente hace casi dos años. Hoy día  florecen los pastos en 457 predios, de igual número de productores, distribuidos en 57 veredas de los municipios ubicados en el sur del Departamento.
Para la implementación de este proyecto, se seleccionaron áreas de 3,5 hectáreas que no intervinieran bosques naturales o humedales, y en cada una de ellas se sembró media hectárea de pastos de corte y tres hectáreas en pradera mejorada con mezclas de gramíneas y leguminosas. Cada productor sembró 900 plántulas de especies  arbóreas maderables y forrajeras, aplicó la labranza mínima, utilizó abonos orgánicos, le dijo adiós a las quemas y estableció bancos de proteínas.
De la misma forma, cada uno sembró 150 árboles forrajeros, para un total de 68 mil 550 árboles. En maderables, entre todos los productores se sembraron  79 mil 455 árboles de especies como canalete, sangre toro, bilibil, guarango, achapo, chiparos, igua, cedro, nogal y cafetero.

Categories: Política
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