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Cámara de Comercio de Valledupar presentó propuestas para potencializar el Plan Nacional de Desarrollo

Ante las oportunidades presentadas en el proyecto de Ley del Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026 y considerando que su implementación efectiva llevaría al departamento del Cesar a convertirse en el escenario ideal para aplicar los postulados de la transición energética justa y del desarrollo sostenible, la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del Río Cesar presenta a consideración de la dirigencia departamental y de los ministerios, departamentos administrativos y agencias nacionales con reconocida influencia en el Cesar, una serie de reflexiones que ameritan la puesta en marcha de mesas de trabajo unificadas entre la Nación y nuestro territorio.

La apertura de relaciones diplomáticas de Colombia con la República Bolivariana de Venezuela ofrece la posibilidad de retomar relaciones comerciales, académicas, culturales e industriales que históricamente habían identificado a los departamentos del Cesar, La Guajira y Norte de Santander.

Contrario a un intercambio abierto de experiencias binacionales sobre buenas prácticas ambientales y productivas en la Serranía de Perijá, hoy tenemos en nuestro lado asuntos sin resolver sobre la condición no muy clara de reserva forestal de Ley Segunda de 1959 y los permanentes conflictos de control territorial que involucra a campesinos, comunidades indígenas, dueños de fincas y corredores de narcotráfico bajo el mando de grupos armados ilegales.

Para consolidar nuestro propósito en los cuatro años de Gobierno Nacional, requerimos los mejores esfuerzos de las carteras ministeriales para apoyar al departamento del Cesar, de manera que los programas y proyectos incluidos en el Plan Plurianual de Inversiones se integren a las respuestas administrativas y las decisiones que hemos estado esperando desde hace muchos años.

A través de una mesa de trabajo Nación – Territorio, con metas claras y distribución de tareas entre ministerios, departamento, municipios, gremios, sector académico y veedurías ciudadanas podemos adelantar acciones y proyectos estratégicos bajo los principios de coordinación, concurrencia y complementariedad. Somos conscientes de que se requiere un alto grado de madurez política para integrar presupuestos territoriales en soluciones de futuro, pero estamos seguros de que nuestros congresistas serán los primeros en mediar para consolidar estas acciones en el inmediato plazo.

Bajo este esquema de trabajo, lograríamos asegurar la funcionalidad de los sistemas carretero, férreo, fluvial y aéreo que aún no están consolidados. De igual manera, con el apoyo del Ministerio de Ambiente recuperaríamos las condiciones ambientales del río Cesar y del complejo cenagoso de la Zapatosa, hoy reducidas por la contaminación de aguas servidas urbanas y agroquímicos de la cuenca.

Con el Ministerio de Minas apropiaríamos soluciones integrales sobre fuentes no convencionales de energía que permita a familias y centros poblados lograr la autosuficiencia energética, siguiendo la más alta aspiración de convertir al Cesar en zona industrial para la investigación, creación y montaje de soluciones fotovoltaicas y vehículos eléctricos.

El sector agropecuario se serviría de las soluciones anotadas y demandaría además distritos de riego, recuperación de suelos degradados, recuperación de prácticas ancestrales de autosuficiencia alimentaria así como nuevos avances en desarrollo tecnológico para lograr la adaptación al reto del cambio climático.

Nuestras universidades y centros de formación identificarán nuevos nichos de crecimiento en el proceso de transición energética y en la renovada relación binacional, es por ello que en la mesa de trabajo Nación – Territorio tendría asiento tanto las instituciones públicas como las privadas y se potenciarían mecanismos como el Comité Universidad Empresa Estado – CUEE.

Una serie de activos normativos podrían ser presentados a consideración de la mesa de trabajo como la Ley 191 de 1995, aún vigente, mediante la cual se hace el reconocimiento a la potencialidad de las zonas de frontera; de igual manera, la Ley 677 de 2001 dirigida a crear Zonas Especiales Económicas de Exportación, entre las cuales está Valledupar, cuyo objetivo es atraer inversiones y promover las exportaciones. De igual manera de revisarían los resultados de estudios de desarrollo regional como el “Diamante Caribe y Santanderes” que presenta alternativas que hoy concuerdan con las líneas de acción indicadas en el Plan Nacional de Desarrollo.

Es indudable que las condiciones geopolíticas del Cesar pueden ser el objetivo inmediato de las empresas venezolanas que han demostrado el mayor interés en trabajar con nosotros, pero debemos solucionar, de manera prioritaria, el tema arancelario y el libre cruce de mercancías en los controles fronterizos mientras se estructuran los mecanismos para el flujo de divisas entre agentes comerciales y las garantías para mantener la confianza inversionista.

La Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del Río Cesar pone a disposición de esta iniciativa toda la capacidad institucional para apoyar las agendas y el desarrollo de compromisos que conduzcan al mejoramiento de la calidad de vida de la población, lo cual derivara en creación de nuevos empleos y oportunidades para el fomento empresarial así como espacios sociales para participar en decisiones de futuro en cada municipio del departamento del Cesar.

Ketty Gutierrez: