Con 23 años, ‘El Mono’ Zabaleta aprendió a ejecutar la guitarra y así se convirtió en el serenatero de moda en su pueblo, San Diego, Cesar.
Para el año 2007 grabó su primer compacto discográfico de la mano con Elías Mendoza, en el acordeón. El trabajo lo llamaron ‘Verdaderamente’ y les sirvió para abrir campo entre las nuevas figuras del vallenato. De ahí en adelante este intérprete ha tenido una carrera de altos y bajos; grabó tres producciones más con Mendoza y consiguió meterse entre la juventud y adultos como un buen referente para el vallenato.
Después se unió a Rolando Ochoa y su nombre se expandió como pólvora en otras zonas del país distinta a la costa Atlántica, como la sabana de Montería y el bajo Antioquia, donde nunca había podido llegar con Elías Mendoza.
El proceso con Rolando fue corto. Un solo disco y entonces a ‘El Mono’ la suerte le tenía otro buen acordeonero para llevarlo al reconocimiento. Juan Mario De la Espriella, lo llamó para hacer unión después de separarse de Martín Elías y de inmediato sellaron la grabación de un disco.
“Con Elías se hizo un trabajo muy bonito, pegaron canciones como ‘El fajón’ y otras, pero no trascendió como si pasó con el trabajo que hice al lado de Rolando Ochoa y lo que trabajé con ‘Juancho’ de la Espriella. Fueron experiencias positivas, tengo muchas canciones que en la Costa las conocen mucho y ahora viene el trabajo para llegar a todo el país con el nuevo disco que se llamará ‘Imborrable’”, afirmó el intérprete en diálogo con NUESTRO FOLCLOR.
Es el segundo de cuatro hermanos y sus padres son José Vicente Zabaleta (fallecido) y Libia Murgas. “Grabé el primer trabajo cuando tenía 26 años, ahora tengo 35 y sigo trabajando. La música me ha dado para vivir, fueron cuatro trabajos musicales con Elías Mendoza, uno con Rolando Ochoa, otro con Juan Mario De la Espriella y uno con Daniel Maestre”.
Ya entregó la canción ‘Imborrable’, como anticipo de su nuevo disco que llevará ese mismo nombre, espera tenerlo al público la primera quincena del próximo mes de julio. Nuevamente aparecerá Daniel Maestre, a quien ‘El Mono’ le entregó la confianza de hacer un segundo compacto, aunque el pasado no fue el más exitoso.
¿De qué trata esta nueva producción musical que titulará ‘Imborrable’?
Es una producción hecha con calma y tiempo, casi cinco meses produciéndola en los estudios de Rolando Ochoa. Cambiamos canciones, incluimos nuevos arreglos; es un CD para todos los gustos porque grabamos un merengue vallenato, paseos románticos, canciones con letras, es para todos los públicos porque un joven y un viejo pueden escucharlo. Tendrá el sello de la compañía Codiscos y les aseguro a los amantes del vallenato que encontrarán un trabajo hecho con mucha profesión.
¿Cuáles son los compositores invitados?
Le grabé a amigos como Diego Daza, Aurelio Núñez, Hugo Araújo, Jorge Mario Gutiérrez, Jorge Valbuena, Julio De la Ossa Jr, ‘Lucho’ Alonso, Gustavo Somoza y Edgar Camargo, entre otros.
Espero que para este disco me apoyen no solo los ‘monistas’, quiero que lo hagan ‘silvestristas’, ‘peteristas’, ‘martinistas’, ‘churistas’, todos, porque somos una sola familia y debemos apoyarnos entre sí.
¿Qué tendrá para la presentación oficial de su nuevo disco? ¿Habrá lanzamiento en vivo?
Estamos definiendo, entre el 6 y el 14 de julio. Vamos a realizar un lanzamiento en vivo, que teníamos pensado se haría en la plaza Alfonso López pero entró en un proceso de remodelación por la Alcaldía de Valledupar y yo no quiero que sea en la plaza del barrio Primero de Mayo porque ya hemos hecho dos allá. Estamos buscando un escenario distinto. Ya salimos a promocionar este disco, nos falta Neiva y la zona 7, pero ya el anticipo está sonando en la radio.
Silvestre Dangond dijo recientemente que la música para que trascienda no debe ser tan rápida. ¿Su disco incluye canciones alegres?
La música rápida se necesita porque entonces Diomedes no hubiese grabado todas esas canciones que pegó con ‘Juancho’ Rois, pienso que se necesita un equilibrio bien hecho que incluya románticas, medias y rápidas. Yo por ejemplo incluí de todo, gracias al apoyo de Erick Martínez, el encargado de los arreglos musicales y los arreglos de acordeón fueron de Daniel Maestre.
Con la partida de Martín Elías la música vallenata siente un vacío, lo ha manifestado Peter Manjarrés, y usted con otros artistas como ‘Churo’ Díaz son llamados a ocupar un sitial interesante en el género. ¿Lo siente así?
El vacío de Martín Elías será muy difícil llenarlo, no solo por lo musical sino su manera de ser como persona con la gente, está muerto, pero se fue el artista que el público aprendió a querer. Pienso que cada artista ocupa su puesto sin necesidad de competir, creando su espacio como lo hicieron ‘Beto’ Zabaleta, Jorge Oñate, Diomedes Díaz, ‘Poncho’ Zuleta, por eso Peter, Silvestre, Jorge Celedón, son artistas ya hechos, nosotros debemos buscar un espacio para meternos ahí, pero hay varios puestos, no solo es ese.
En la actualidad no hay jóvenes con perfil de figuras para el vallenato, usted analizó esa parte. ¿Qué podría estar pasando?
No han trabajado porque no solo es grabar la música, hay que camellar, promocionar, llamar, mostrar el disco, realizar alianzas, aunque hay muchos cantantes buenos y acordeoneros también, pero les falta publicidad y que le metan ganas. Hay muchos artistas que vienen bien como ‘Rafa’ Daza, Carlos Tobío, Diego Daza, Jhon Mindiola, son procesos pero deben trabajar porque en esto no hay nada fácil.
El disco anterior no llenó las expectativas y eso se notó en el público. ¿Qué pasó?
Pienso que salir de acordeoneros como Rolando Ochoa y ‘Juancho’ De la Espriella, para coger a un pelado nuevo como Daniel era un reto y salir con un disco que la gente lo aceptara era casi difícil, pero ‘El gorrero’ fue una canción que asimilaron muy bien y sonó en la costa. No fue un disco boom como se esperaba, era un proceso, por eso pienso que en este disco aceptarán a Daniel Maestre y ya se está notando con la canción ‘Imborrable’, que está pegada y cada vez gusta más.
¿Cómo ha cambiado la vida del joven que salió de San Diego buscando futuro en la música?
Esto ha sido un proceso. Yo comencé trabajando con Elías Mendoza y fue muy bueno, pero algo muy local, yo hoy no canto en el interior del país canciones de esas grabaciones y si lo hago solo es ‘El fajón’ que fue de los primeros discos, a diferencia de ‘La magia murió’, ‘Me tiene coleto’, que grabé con Rolando Ochoa.
Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co