El semen es beneficioso para la salud de la mujer. Esta afirmación pone a dudar a muchos sin embargo son muchos los beneficios que esta sustancia le brinda al organismos de las mujeres aquí les cito solo algunos.
Indudablemente una buena relación de pareja tiene que estar basada en el respeto y la confianza, pero también en el sexo. El sexo es la mejor arma para enfrentar la rutina de pareja y por ello, no tener vergüenza en la intimidad y atreverse a jugar con lo prohibido.
El semen es un actor principal en los momentos de pasión, y si te llega a resultar placentero tenerlo cerca o tragártelo, ten por seguro que tu pareja estará contigo para siempre.
Estudios e investigaciones han concretado que el semen en la mujer sirve como un estímulo para que el cuerpo segregue las hormonas necesarias que trabajan para que el ciclo de ovulación en la mujer, sea el correcto. Esto se debe a los numerosos componentes y propiedades del semen, que incluyen sustancias que inciden en la creación y segregación de hormonas, positivas eso sí.
Estos mismos datos concluyen que ingerir el semen es beneficioso para tener una ovulación más sana y dicho sea de paso, contribuir a preparar el cuerpo de la mujer para el embarazo.
El semen contiene nutrientes y elementos que son beneficiosos para la mujer cuando se ingiere, entre los más interesantes se resalta la ayuda para tener un pelo más fuerte. No vamos a decir que es un sustituto del acondicionador, pero un sustituto puntual… ¡quién sabe!
Los beneficios que aporta el semen en el pelo son entre otros, unas raíces más fuertes y un aspecto más brillante y sano. Si bien los estudios que se han realizado en este apartado se refería a cuando se ingiere, aplicarlo directamente sobre el pelo es una alternativa válida, desde luego.
Sobre el semen y la piel existen muchas leyendas urbanas, o al menos eso podríamos pensar, porque… ¿has oído alguna vez eso de que el semen viene bien para la piel? Pues no es ningún enredo para conquistarte por los terrenos más sensuales, sino que es verdad, ¡y funciona!
Como hidratante de piel, el uso del semen data de hace más de tres mil años. Modernizándonos un poco, desde hace varios años que se venden cremas que están hechas con el semen del hombre como base, aunque por supuesto no es tan natural como aplicarlo directamente sobre la cara, la piel del cuerpo… ¿no? Aplicarlo directamente sobre la piel como si de un body milk se tratase, según los expertos es la manera más rápida para mejorar nuestra piel.
En la vida contemporánea la toma de vitaminas y minerales a través de pastillas o complementos alimenticios está a la orden del día, sobre todo si hablamos de componentes como el calcio, el magnesio o el ácido ascórbico (Vitamina C). Sin embargo, no a todo el mundo le gusta tomar arduas y terribles pastillas que parece que según pasa el tiempo, las van haciendo más grande.
Si buscas una alternativa más sana -eso por supuesto-, el semen de tu pareja es para ti.
Hablando de vitaminas y minerales, el semen aporta dosis notables de minerales como calcio, zinc, potasio y magnesio entre otros, además de vitamina B12 y vitamina C. Claro que para absorber estos minerales hay que ingerir el semen, pero ojo, nunca más allá de un cuarto de hora después de haber eyaculado, puesto que los componentes se alteran y comienzan a oxidarse y degenerarse.
Es un hecho contrastado que el semen aporta sustancias que activan la segregación de hormonas en el cuerpo tales como oxitocina y la serotonina, ambas muy influyentes en el estado anímico, ayudando a estar más feliz y sentirse mejor con uno mismo. Este punto es muy importante, y es que un buen estado de ánimo es tan importante para tener una buena relación de pareja, como para tener una buena relación con uno mismo.
Para que el cuerpo aproveche al máximo estas sustancias el semen se tiene que absorber desde la vagina, que es donde más vasos hay y más rápido llega al riego sanguíneo. De ahí eso de nada como tener una conversación después del coito, el momento perfecto donde hablar de esas pequeñas manías cotidianas, o de la familia, los planes para tener hijos, entre otros.