BRUSELAS (AP) —
La Unión Europea anunció ayer que el tránsito aéreo podría regresar al 50% de su nivel normal el día de hoy, si los partes meteorológicos confirman que los cielos de más de medio continente empiezan a clarear de la ceniza volcánica que provocó el caos aéreo global.
Alemania empezó a suavizar algunas restricciones en el espacio aéreo antes del anuncio de la UE, permitiendo vuelos desde Berlín, Hamburgo, Hannover, Erfurt y Leipzig y algunos desde los aeropuertos de Frankfurt y Hahn.
Otros países no hicieron lo mismo de forma inmediata, prolongando los cierres de su espacio aéreo nacional hasta finales del domingo, lunes o incluso martes. Los cierres impuestos después de que un volcán de Islandia iniciara su erupción el miércoles han dejado varados a millones de viajeros. Las interrupciones están costando a la industria de la aviación al menos 200 millones de dólares al día, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. “Está claro que esto no es sostenible. No podemos simplemente esperar hasta que esta nube de ceniza se disipe”, afirmó a los periodistas en Bruselas el comisionado de Transporte Siim Kallas.
Diego López Garrido, secretario de Estado de asuntos de la UE para España, país que asume este año la presidencia de la UE, dijo que “ahora es necesario adoptar un enfoque europeo” en lugar de aprobar una serie de cierres y aperturas. “Probablemente mañana una mitad del territorio de la UE será influenciado. Eso significa que la mitad de los vuelos podrían estar operando”, dijo López Garrido refiriéndose al lunes.
Los reguladores han de entender que varias aerolíneas realizaron vuelos de prueba sin pasajeros a través de Europa el domingo a pesar de los peligros que supone la ceniza, explicó. Ambos funcionarios no ofrecieron detalles de forma inmediata sobre como funcionaría la UE con reguladores nacionales empezando a reabrir el espacio aéreo.
La aerolínea holandesa KLM anunció que antes del mediodía del domingo había probado cuatro aviones a través de lo que describió como un espacio en la capa de polvo microscópico encima de Holanda y Alemania. La ceniza avanzó a través de gran parte de Europa, cerrando aeropuertos tan lejos en el sur y el este como Bulgaria.