Los picoteros de la capital del Cesar estuvieron de acuerdo en que cada baile organizado de 10 de la mañana a 8 de la noche, deberá contar con planes de contingencia en que se tenga presente a los organismos de socorro, en caso de ocurrir alguna emergencia. Igualmente los picoteros deberán aprender y respetar la norma ambiental que regula el sonido; es decir, tener claro cuántos decibeles son permitidos en cada tipo de sector de la ciudad.
También se trató la posibilidad de que los picoteros puedan laborar en eventos organizados por la Alcaldía Municipal, como las ciclovías, las fiestas patronales, entre otros.
La norma ambiental emitida por Corpocesar contempla la regulación sonora de la siguiente forma: En sector A, permitidos 55 decibeles en el día y 50 en la noche; en el B, 65 en el día y 55 en la noche; en el C (sitios industriales), 75 en el día y 75 en la noche; en el D, 70 en el día y 60 en la noche; en zona de oficinas, 65 en el día y 55 en la noche; en parques mecánicos y áreas de espectáculos públicos, 80 en el día y 75 en la noche; y en zona residencial sub-urbana, 55 en el día y 50 en la noche.
El manual de convivencia del Municipio solo estipula amonestación en audiencia convocada por la Secretaría de Gobierno, a quienes alteren el orden público mediante contaminación auditiva.