Dos hombres que se movilizaban en motocicletas y con los cascos puestos para cubrir sus rostros atracaron en menos de 30 segundos a cuatro clientes de una tienda de víveres y abarrotes en el barrio El Amparo de Valledupar.
Las víctimas se encontraban en el establecimiento tomando cerveza y fueron encañonados por los motorizados que los despojaron de teléfonos celulares de alta gama.
La acción delictiva que quedó registrada en video se registró en la tienda razón social Mini Market 2X3, ubicada en la calle 11 o avenida La Juventud con carrera 19E. Los delincuentes estacionaron sus motocicletas a solo dos metros de donde estaban sentados los clientes alrededor de una mesa; uno de ellos se bajó simulando ser también cliente del negocio, sacó el arma de fuego que tenía en la pretina del pantalón y los encañonó diciéndoles que no se movieran y que les entregaran los celulares que tenían en mano.
Según testigos, los dos asaltantes emprendieron la huida por toda la carrera 19E hacia el norte y cruzaron por el barrio Iracal.
“Yo estaba dentro de la tienda atendiendo a un cliente y ante los movimientos extraños y cruce de palabras entre asaltantes y atracados alcancé a observarlos en el monitor de las cámaras de seguridad que hay en el establecimiento. Eso fue en cuestión de segundos, eso llegaron y de inmediato le quitaron a la fuerzas los teléfonos a quienes estaban en la parte exterior del inmueble”, indicó uno de los trabajadores de la tienda.
Los residentes en el barrio El Amparo han solicitado a la Policía Nacional mayor patrullaje y control del sector, ante los continuos atracos callejeros y en algunas viviendas que han sido blanco de los delincuentes que se movilizan en por lo menos dos motocicletas para no utilizar parrilleros y así evadir los controles de las autoridades.
Como este son varios los atracos que han quedado registrados en video y muestran como los delincuentes ante la prohibición del parrillero hombre que implementaron las autoridades en Valledupar, ahora utilizan varios de estos vehículos para despistar a la Policía.
Por Abdel Martínez Pérez