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Asesinaron al ‘Gordito’ en Garupal

Carlos Enríquez Tapia, de 20 años. FOTO: SUMINISTRADA

De dos impactos de bala murió en la madrugada del sábado Carlos Enríquez Tapia, de 20 años, en medio de un presunto atraco que iba a perpetrar a un ciudadano en el barrio Garupal Tercera Etapa, al noroccidente de Valledupar.

Eran cerca de la 1:09 a.m. cuando el joven recibió la agresión a la altura del maxilar izquierdo, por un ciudadano que estaba en su camioneta negra en la manzana 75 de ese popular sector. En ese sitio, el hombre de 41 años, quien es socio de la empresa de transporte Cotracegua, comunicó a las autoridades que fue abordado por seis sujetos que se desplazaban en motocicletas, entre esos el ahora fallecido y que reaccionó con su arma porque estos, supuestamente, le desenfundaron otra.

El reporte preliminar de la Policía indica que el ciudadano portaba permiso para portar un arma tipo pistola marca Córdova y que ni este ni el occiso presentaron anotaciones judiciales.

Agrega que en el lugar quedaron abandonadas dos motocicletas marca Bóxer, una color negro de placa CBN-37D y la otra color rojo de placa JRP-63B, puesto que presuntamente los otros jóvenes se dieron a la huida con rumbo desconocido, luego de los hechos que son objeto de investigación.

“NO ERA LADRÓN”

Familiares de Carlos Enríquez, quien era conocido como el ‘Gordito’, comunicaron que este no era ladrón y que anoche había salido a departir con varios amigos. “A nosotros nos avisaron tipo dos de la mañana que habían matado al ‘Gordito’ y fuimos al lugar de los hechos y nos dicen que fue por persecución de la Policía, que ellos venían en grupito para acostarse, estaban bebiendo y viniendo les dispararon. Ellos iban a bordo de motocicletas e iba un grupo de mujeres y hombres”, manifestó Ana Lucía Villafañe, cuñada del hoy occiso, quien se encontraba en compañía de la abuela y otros familiares de este.

El joven aparentemente trabajaba en construcción y cuando se quedaba sin empleo se dedicaba al mototaxismo. “Nos cuentan los mismos muchachos que vieron que él estaba vivo en ese momento y le reclamaban a la Policía que lo llevaran al hospital, que podían salvarlo pero ellos dijeron que no.

Llegó la mamá y también lo vio con los ojos abiertos, pero no la dejaron ni arrimarse al cuerpo cuando ya falleció”, puntualizó Villafañe.
Estos manifestaron que la última vez que lo vieron con vida fue cuando llegó a su lugar de residencia, ubicada en el barrio Divino Niño para almorzar.

El ciudadano que presuntamente accionó el arma fue detenido por la Policía para dar inicio a la indagación que quedó en manos de la Sijín.

Por Marllelys Salinas M./ EL PILÓN
marllelys.salinas@elpilon.com.co

Categories: Judicial
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