A Álvaro Antonio Rodríguez Mercado, más conocido como ‘Papo man’, la muerte lo sorprendió durmiendo. El hombre de 47 años se encontraba descansando en la habitual calle del barrio Divino Niño, de Valledupar, que se convirtió en su hogar y fue abordado, al parecer, por un sujeto armado que le quitó la vida.
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Aunque los hechos habrían ocurrido la madrugada del lunes festivo, solamente hasta cerca de las 7:00 de la mañana la comunidad evidenció su muerte al notar que el hombre yacía en la vía pública con algo de sangre en el rostro.
Además no se despertó como de costumbre a realizar sus labores de reciclaje en esa zona de la ciudad, en la que era reconocido. Por eso, dieron aviso a la Policía Nacional que en cuestión de minutos confirmó que se trataba de un homicidio.
El cuerpo de ‘Papo man’ fue encontrado boca arriba con un disparo en el tórax que le ocasionó la muerte inmediatamente. Los móviles del crimen ocurrido en la diagonal 7 con calle 43 son materia de investigación por parte de los agentes del CTI de la Fiscalía, quienes se encargaron de inspeccionar el cadáver.
EL PILÓN conoció que en la zona hay una cámara de seguridad que lamentablemente no estaba funcionando. ‘Papo man’ de tez morena y cabello ondulado era distinguido y apreciado en el sector como una persona que no tenía problemas con nadie, por lo que su fallecimiento fue repudiado por algunos habitantes. El cuerpo sin vida fue trasladado a Medicina Legal.
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LA CUARTA VÍCTIMA
Álvaro Antonio Rodríguez es la cuarta persona en condición de calle que es asesinada en Valledupar. Las primeras víctimas fueron Luis Alberto Rivera Bustamante, ultimado a bala el 28 de junio en la margen derecha del Río Guatapurí; José Enrique Beleño Pinto y Dionisio Acosta Ariza, quienes fallecieron por un ataque con arma de fuego en frente de la Urbanización OGB ocurrida el 27 de julio.
Al parecer, estos dos últimos estaban sentados al borde de un pequeño canal y fueron abordados por dos sujetos que se desplazaban en motocicleta, de los cuales uno saca un arma para dispararles y posteriormente emprender la huida con el cómplice.
En total en lo corrido del año se han registrado en la capital del Cesar 55 muertes violentas por arma blanca, arma de fuego y elemento contundente.