Dos sicarios que se movilizaban en una motocicleta serían los autores materiales del atentado criminal perpetrado contra un joven comerciante que se dedicaba a la venta de discos compactos y artículos plásticos en Valledupar, en hechos registrados a las 3:00 de la madrugada del domingo en la manzana 6 frente a las casas 10 y 11 del barrio de la invasión ‘Emmanuel’, localizado a un costado de la malla protectora del aeropuerto ‘Alfonso López’, al sur de esta ciudad.
El reporte entregado por las autoridades locales señala que la víctima fue identificada como Luis Alfredo Pertuz Rumbo, de 26 años, natural y residente en esta capital, quien recibió varios impactos de bala en la cabeza y en otras partes del cuerpo que le causaron la muerte en el acto.
Su cuerpo quedó tendido en el suelo, a una cuadra donde residía con su compañera permanente de nombre Yulis con quien tuvo dos hijas de de 3 y 5 años, quienes se quedaron esperando las pizzas que le habían encargado a su papá la noche del sábado.
“A mi casa fueron a tocarme la puerta a las 3:00 de la madrugada de ayer domingo, para darme la mala noticia. Para mí fue una sorpresa, porque él era una persona dedicada a su trabajo”. Dijo el padre de Luis Alfredo.
A la escena del crimen se trasladaron las autoridades para llevar a cabo todo el procedimiento de inspección y reconocimiento del cadáver y luego trasladarlo a la morgue de medicina legal y ciencias forenses de Valledupar, hasta donde los familiares se acercaron en la mañana de ayer domingo a reclamar el cadáver.
La racha de crímenes no se detiene en Valledupar, toda vez que en los 26 días corrido de este año, son trece las personas asesinadas en la capital del Cesar con armas de fuego, cortopunzante y contundente.
¿Quién era la víctima?
Luis Alfredo Pertuz Rumbo, había nacido hacía 26 años, hijo único del hogar formado por José Pertuz y Maribeth Rumbo Padilla; vivió inicialmente con sus padres en el barrio San Martín y al comprometerse construyó su vivienda en un lote de invasión ‘Emmanuel’.
Inicialmente se dedicaba a la albañilería, actividad que ejercía con su señor padre, y luego se dedicó a vender CD y artículos plásticos para subsistir. Ni sus familiares, ni las autoridades tienen indicios de dónde habría provenido el homicidio, pero se adelantan las investigaciones para tratar de esclarecer el hecho.