Marzo ‘rojo’ en Valledupar
Durante el pasado mes de marzo se registraron 15 homicidios en Valledupar, la mayoría en atentados de sicarios, seguidos de los casos de intolerancia. El último caso ocurrió en ‘Tierra prometida’, invasión ubicada al sur de Valledupar, luego de que dos sujetos en moto asesinaron a un menor de 17 años que conversaba con varios amigos en una esquina del sector.
La víctima respondía al nombre de Luis Segundo Bolaños Salas, quien trabajaba como vendedor ambulante de comidas y residía en el barrio Mareigua de esta capital.
Kelly Bolaños, relató que su hermano el sábado pasado salió hacia la casa de su novia, pero nunca imaginó que los siete disparos que escuchó a eso de las 9:40 de la noche, le habían segado la vida a su ser querido.
“Habían varios muchachos en la esquina, uno de ellos al parecer se percató de las intenciones de los sicarios que venían en moto, gritó ‘corran que nos van a matar’, pero Luis Segundo dijo que no iba a correr porque no le debía nada a nadie”, dijo ayer la hermana de la víctima, mientras adelantaba los trámites para reclamar el cadáver en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Agregó que el joven mal herido corrió hasta la casa de su novia ubicada a pocos metros del sitio del atentado, y quedó tendido en la puerta de la vivienda, ante la mirada atónita de las personas que allí se encontraban.
En un desesperado intento por salvarle la vida varias personas lo trasladaron a la sala de urgencias del hospital ‘Eduardo Arredondo Daza’, pero llegó sin signos vitales.
Además explicó que algunos de los testigos del hecho aseguraron que si los jóvenes no hubiesen alcanzado a correr, habría ocurrido una masacre como la de días atrás en el barrio Populandia, donde tres personas fueron atacadas por sicarios en moto.
“El ayudaba a mi mamá a vender comida en el balneario Hurtado, vendían comidas rápidas, como chuzos y salchipapas. No supe de amenazas en su contra”, acotó.
Ante estas escalofriantes cifras de homicidio las autoridades implementan desde la semana pasada el Centro Integral de Inteligencia Contra los Homicidios, con el cual pretende bajar los índices de criminalidad en la capital cesarense.