Ante un juez de control de garantías de Valledupar fueron presentados cuatro militares del batallón La Popa, señalados de haber participado en la ejecución extrajudicial de dos civiles, entre ellos una menor de edad, que fueron reportados como guerrilleros abatidos en combate.
La diligencia se hizo el lunes pasado en el cuarto piso del Palacio de Justicia donde un fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario imputó cargos por los delitos de homicidio en persona protegida, concierto para delinquir y desaparición forzada al sargento viceprimero Raúl Patarroyo Vega, al Cabo Segundo Valmer Antonio Rodríguez Granados y a los soldados Wilson Bolaños García y Eduar Francisco Marea Ninco.
Los hechos por los cuales son procesados los cuatro militares se remontan al 14 junio 2008, cuando según el reporte de las tropas adscritas a la Décima Brigada Blindada del Ejército, dos guerrilleros fueron abatidos en enfrentamientos registrados en la finca ‘El Progreso’, ubicada en la vereda La Señora, jurisdicción de Pueblo Bello -Cesar.
Según la declaración de un testigo clave de la Fiscalía, las víctimas fueron maniatadas de pies y manos, los metieron a una parcela y allí les arrojaron una granada y luego les propinaron disparos de fusil.
Posteriormente Medicina Legal y Ciencias Forenses identificó a una de las víctimas como Nixa Marbelis Martínez Cáceres, de 15 años, quien era estudiante del colegio Upar en Valledupar, y el otro occiso respondía al nombre de Giovanni Jiménez Zapata, de 38 años.
Ejército pidió perdón
El pasado mes de octubre, el Teniente Coronel Jesús Antonio Avendaño, Comandante del Batallón de Artillería Número 2 ‘La Popa’, fue el encargado de ofrecer las disculpas públicamente a los familiares de Nixa Marbelis Martínez Cáceres, de 15 años, quien desapareció en extrañas circunstancias del barrio Sicarare de Valledupar, el 27 de mayo de 2008.
“Ese día salimos de nuestra casa en el barrio Siete de Agosto, yo la llevé a donde una doctora porque le estaba haciendo un trabajo odontológico debido a los dientes que había perdido en un accidente motociclístico; ella salió a comprar unos guantes y de allí desapareció, no regresó más”, expresó Miriam Cáceres, madre de la víctima.