Aunque Carlos Juan Rivera Rodríguez, de 21 años, no aceptó haber participado en el asesinato del taxista, Dwin Alaín Romero Arias, el Juzgado Primero Penal Municipal de Valledupar con funciones de control de garantías le dictó medida de aseguramiento en un centro carcelario.
Matan a taxista en El Limonar
El despacho acogió la solicitud de la Fiscalía teniendo en cuenta todos los elementos materiales probatorios que presentó sobre el crimen ocurrido el pasado 24 de agosto, en inmediaciones del barrio El Limonar de Valledupar.
A la calle 16Bis con calle 36, los delincuentes trasladaron a Romero Arias tras haberle solicitado el servicio y lo balearon, dejaron el cuerpo sin vida en el asiento del copiloto del automóvil de placas TLV-735. Al inspeccionar el vehículo, las autoridades encontraron un proveedor de pistola, al parecer, calibre 9 milímetros, que se les habría caído a los autores del crimen.
Entre las pruebas presentadas por la Fiscalía está el testimonio de un hombre que la noche del crimen se encontraba jugando fútbol en una cancha del sector y observó que un taxi ingresó al barrio a gran velocidad, que fue frenado abruptamente, y como de allí se bajaron dos hombres y corrieron; uno hacia la zona enmontada que colinda con la Universidad Antonio Nariño y el otro por la cancha deportiva y expresó ante las autoridades que los conocía y lo podía corroborar ante la justicia.
¿Cómo y dónde fue la captura?
Según el comandante (encargado) de la Policía Cesar, teniente coronel Mauricio Bonilla Méndez, la aprehensión de Rivera Rodríguez se produjo en un allanamiento realizado en su vivienda localizada en el barrio Bello Horizonte de la capital del Cesar, luego de labores de inteligencia adelantadas por la Sijín y la Fiscalía 16 Seccional de Valledupar, bajo la sindicación de los delitos de homicidio agravado en concurso heterogéneo de porte tráfico de armas de fuego y municiones.
Por este homicidio también se encuentra detenido Yesid Rafael Polanco Barreto, capturado dos días después del homicidio y quién le habría disparado al taxista.
Por Abdel Martínez Pérez