El Juzgado Segundo Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías profirió medida de aseguramiento en un centro carcelario al presunto coautor material del atentado criminal que le costó la vida al universitario Elier Aníbal Padilla Vega.
El joven, hijo de un Pastor evangélico, fue asesinado de un impacto de bala en la cabeza cuando se movilizaba en una moto en compañía de su mamá y de su novia, quienes resultaron ilesas en el atentado. Estos hechos ocurrieron a las 7:50 de la noche, del pasado 11 de junio en la transversal 24 con 19 en el barrio Sabanas del Valle, al sur occidente de Valledupar, diagonal a la Iglesia evangélica, donde predica su papá, el Pastor.
La decisión judicial fue dictada contra Jairo Alberto Palomino Ricaurte, de 20 años, quien según la Fiscalía 23 delegada ante los Jueces Penales, lo acusa de haber disparado a corta distancia contra Elier Aníbal Padilla Vega.
Al término de la legalización de captura, formulación e imputación de cargos, realizados la mañana de ayer en el cuarto piso del Palacio de Justicia Valledupar, la Fiscalía presentó algunos elementos materiales probatorios en los que señalaba a Jairo Alberto Palomino Ricaurte como la persona que descendió de una motocicleta en la que viajaba como parrillero, luego se le acercó a la víctima y le propinó un balazo en la cabeza, herida que le produjo la muerte minutos después, cuando era trasladado a un centro asistencial de esta capital.
La acusación contra el supuesto homicida, fue hecha con base en testimonio de un testigo que colaboró con la justicia para que el crimen no quedara en la impunidad, manifestando en su declaración juramentada, que él estaba cerca de donde ocurrió el suceso, además que en el lugar del crimen estaba iluminado y el presunto asesino le pasó cerca cuando se dirigía con el arma en la mano hacia la motocicleta que estaba a pocos metros, donde le esperaba su cómplice y huyeron hacia el sector de la Universidad Popular del Cesar, sede Sabanas de Valle.
Durante la audiencia, Jairo Alberto Palomino Ricaurte no se allanó a los cargos, por cuanto, según él no tenía nada que ver con ese crimen, se declaró inocente y estuvo asesorado de un abogado designado por la Defensoría del Pueblo. La orden de captura, fue hecha efectiva por investigadores de la Sijín de la Policía Nacional en el barrio Los Fundadores de Valledupar.
El supuesto homicida registra varias anotaciones por el delito de tráfico, fabricación y porte de sustancias alucinógenas.