Diez hombres encapuchados, la mayoría de ellos jóvenes, incursionaron en la granja Mi Futuro, localizada en la parte posterior del barrio Villa Haidith, al sur de Valledupar, propiedad del comerciante, Reinaldo Reyes, dueño del supermercado que lleva su mismo nombre y tras reducir a la impotencia a los cuatro trabajadores, procedieron a llevarse los elementos de valor y dinero en efectivo por cuantía superior a los 15 millones de pesos.
El asalto ocurrió la noche del pasado miércoles y los delincuentes llegaron con revólveres y escopetas hechizas con el fin de intimidar a los habitantes de la finca.
“Los ladrones conocían todo el movimiento de la granja, ingresaron por la parte posterior que comunica con la urbanización ‘Nando Marín’, a las 8:30 de la noche y permanecieron en el predio casi hasta la media noche, ahí tuvieron tiempo hasta para tomarse varias cervezas que habían dentro de la nevera y lograron llevarse dos gallinas y un pavo, seguramente para celebrar. Aquí hay tres casas y cada una de ellas está habitada por un hombre”, enfatizó el propietario.
Agregó que de manera inicial, los hombres llegaron a la vivienda donde reside Jader Andrés Pérez junto a su compañera permanente, Rosa Gómez Serrano, allí tumbaron la puerta metálica e ingresaron a la fuerza y en medio de golpes y ultrajes, arremetieron contra la mujer que tiene cinco meses de gestación. “A mí me agarraron, me golpearon y me empujaron, caí al suelo, tras golpearme con la pared. Estoy mal, me duele todo el cuerpo y voy al médico para que me examine”, explicó uno de los afectados.
De esta casa se llevaron los celulares, un televisor, 200 mil pesos en efectivo, dos armas de fuego, ollas, calderos y hasta los víveres; luego me llevaron junto a mi mujer hacia la segunda casa, donde vive Wilmer Sibatá Mendoza, de esa casa se llevaron un televisor, tres escopetas, una carabina de aire y una licuadora. Yo salí a comprar una cubeta de hielo a la tienda y cuando regresé me encañonaron. Me estaban esperando y lo primero que me preguntaron fue, ¿dónde están las armas?, nos apuntaban con revólveres y nos decían que no fuéramos a gritar, ni hacer ningún movimiento, porque nos mataban. Hasta pensé que sí lo iban hacer, cuando nos metieron en un cuarto”, dijo.
A su turno, Manuel Palencia, quien vive en la casa principal, también lo obligaron a que abriera la puerta, pero esta fue derribada antes. “A mí me encañonaron y me obligaron a que me sentara en una silla. Ellos encerraron en las alcobas, revolcaron todo, se hurtaron 800 mil pesos en efectivo que tenía guardado, catorce hamacas que mi patrón tenía para el descanso, dos televisores, toda mi ropa, cinco perfumes, dos relojes, varios cuadros de pintura, zapatos, fajas o cinturones, una licuadora, un equipo de sonido, cobijas, los enseres de la cocina y hasta se tomaron la cerveza que había en la nevera.
Campo Elías Reyes Pacheco, padre del propietario del inmueble, manifestó que por fortuna no le hicieron daños a los habitantes de la granja; “aquí hay pocas cosas de valor, sospecho que los autores podría provenir de los barrios circunvecinos. Hace una semana, denuncié a unas personas ante la Fiscalía, porque se metieron al reservorio de cuatro hectáreas donde hay crías de peces y se llevaron varias especies”, agregó que ayer (24 de julio) instauró la denuncia penal ante las autoridades, en busca de los responsables del ilícito.