Al no encontrar elementos ‘de peso’ para vincular a 14 congresistas y excongresistas con el delito de tráfico de influencias, denunciados en su momento por el exsuperintendente de Notariado y Registro, Manuel Cuello Baute, (hermano del exrepresentante del Cesar, Alfredo ‘Ape’ Cuello), la Sala Penal de la Corte archivó el caso.
La decisión no significa que el proceso quede cerrado, sólo será archivado a la espera de nuevas pruebas para reabrirlo. Según la decisión de la Corte, no fue posible corroborar la versión de Cuello Baute.
De esta manera, los congresistas Eduardo Enríquez Maya, Carlos Soto, Plinio Olano, Milton Arlex Rodríguez y Jorge Hernando; así como los excongresistas Jaime Alejandro Amín, Hernando Torres, Flor Gnecco, Tony Jozame, José Luis Arcila, Luis Fernando Almario, José Renán, Mario Uribe, William Vélez y Camilo Hernando Torres, serán beneficiados con el auto inhibitorio.
Cabe recordar, que Cuello Baute denunció a los anteriores personajes mencionados sobre el reparto de notarías como supuesto pago a los congresistas que apoyaron en el 2004 el proyecto de ley que revivió la reelección presidencial en Colombia de Álvaro Uribe Vélez, luego que confesara su participación en esos supuestos actos de corrupción.
Sin embargo, la Sala Penal no evidenció que existiera alguna exigencia de los congresistas para votar a favor del proyecto o que su sufragio estuviera viciado por beneficios ofrecidos por terceros.
Cuello Baute sería denunciado
Los 14 senadores y exsenadores implicados en este proceso denunciarían a Cuello Baute por calumnia, de acuerdo con lo expresado por el abogado José Strusberg, apoderado del excongresista William Vélez.
"Estamos pensando, junto con otros abogados, qué acciones tomar para denunciar al doctor Cuello Baute por hechos injuriosos calumniosos", indicó el jurista.
Puntos de vista
¿Qué opinión le merece esa decisión?
Ricardo Quintero, Diputado
“El pronunciamiento de la Sala Penal del Máximo Tribunal de Justicia de país debe acatarse y respetarse. Al no existir de parte de los congresistas un contexto delictivo, se puede hablar de una falta ética, más no de un delito”.