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Arborización urbana en Valledupar

En Valledupar después del Río Guatapurí, el Festival de la Leyenda Vallenata y el Santo Ecce Homo; la vegetación urbana o la malla verde es atractivo turístico, de ahí que como recurso natural se debe proteger y preservar.

La revolución del mercado turístico hoy en día está guiada hacia el ecoturismo, las ciudades se fortalecen en esos temas, para tener mejor desarrollo cultural, social y económico, Valledupar tiene esta alternativa, de arborización urbana, mencionan los especialistas.

Un ejemplo de lo que se puede construir con esta herramienta natural que tiene la ciudad, es la historia de árboles representativos como el famoso palo de mango de la plaza Alfonso López, resaltado en muchas anécdotas costumbristas, canciones vallenatas, entre otras manifestaciones culturales de la región. Este palo de mango enmarca la arborización urbana de la ciudad, sembrado por Eloy Quintero Baute en 1936 según la versión de la señora Abigail Escalona “que fue quien se encargó de regar el árbol”, afirmó el investigador Luis Alberto Guerra López en su tesis de los antecedentes de la vegetación urbana en Valledupar.

Otra historia de los árboles representativos de la ciudad, son los palos de caucho de la Feria Ganadera, sembrados por Carlos Alberto Maya en 1974, explicó Luis Alberto Guerra.

Desde 1978, la ciudad le dio la importancia de sembrar árboles en las calles, forma de mitigación del calor y desde entonces Valledupar se ha convertido en el epicentro de arborización del país.  En la actualidad conserva la distinción de ser Municipio Verde, título honorífico otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente.

Los habitantes de la ciudad aún conservan la cultura de sembrar árboles en las puertas de las casas o en los traspatios, principalmente como principio para mitigar las altas temperaturas, pero se generan senderos arborizados en la ciudad que si son aprovechados pueden generar alternativas turísticas para la ciudad.

La capital del Cesar conserva más de cien especies de árboles, con una predominación del mango, “Valledupar se también se le debe conocer por la ciudad de los mangos, debido a que supera los 60 mil árboles de mangos”, dijo Guerra López.

El investigador mencionó que con todo los procesos de cambios que vive la ciudad con proyectos de desarrollo urbanístico como el sistema de transporte integrados y otros proyectos, “el espacio público, la vegetación urbana, el transporte y las personas, son cuatro componentes que siempre van juntos el uno depende del otro, necesariamente hay que organizar de cierta manera un modelo de integración para representar una ciudad con proyección eco turística ante el mundo”.

El llamado es a realizar campañas para la conservación, preservación y motivación de las entidades públicas y privadas, para el desarrollo de propuestas eco turísticas en pro de aprovechar la arborización urbana de Valledupar.

 
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