“No más lamentos por los años de deuda histórica que tienen con nosotros, no lloremos más por el hecho de haber sido tratado como animales, es hora de la alegría porque hemos podido construir saberes y conocimiento y porque entendemos que somos parte de una identidad nacional”, dijo anoche la etnoeducadora Ana Rocío Jiménez en el lanzamiento del primer Hambereé Intergeneracional de las Culturas Afrovallenatas, congregados en la Casa de la Cultura de Valledupar.
La líder afrovallenata instó a los presente a no pensar en la afrocolombianidad desde el color de la piel, sino ir más allá, desde la cultura y las tradiciones, lo que implica no ser negros por decreto sino porque es un sentir del espíritu que invita al auto reconocimiento del legado cultural por el hecho de pertenecer a la diáspora africana esparcida en América hace varios siglos.
A su turno, Oladys Oñate, coordinadora de asuntos étnicos de la Alcaldía Municipal, señaló que su presencia más que un acto protocolario se debía a que las minorías étnicas ocupan un lugar importante en la administración municipal.
Por su parte, Lipe Perea, coordinadora general de las celebraciones afro en Valledupar, manifestó que “ya no podemos echarle la culpa a otros por nuestra suerte, tenemos un apoyo inmenso por parte de la Alcaldía Municipal, ahora debemos preguntarnos cuál es la responsabilidad que tengo yo en el posicionamiento y en el avance de mi propia comunidad.”
Este evento hace parte del abrebocas de la celebración del Día Nacional de la Cultura Afrocolombiana, en la ciudad, la cual fue institucionalizada el 21 de mayo con el propósito de promover el reconocimiento del aporte de las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales a la sociedad colombiana, parte fundamental de la identidad colombiana. La celebración cerró con broche de oro con la participación de la Banda Municipal quien amenizó el encuentro con la música de Calixto Ochoa.