Alias ‘Nené’ pidió perdón de rodillas

Mayra Alejandra Rueda abrazó a alias ‘Nené’ por haber salvado a sus padres al sacarlos del pueblo cuando estaban a punto de morir.

En las horas de la mañana de ayer habitantes de Pueblo Bello volvieron a rememorar un doloroso pasado. La sentencia del 7 de diciembre de 2011 del Tribunal Superior de Bogotá, Sala de Justicia y Paz, obligó a Andrés Mauricio Torres León, alias ‘Nené’, a pedirle perdón públicamente a las 43 familias víctimas de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
El postulado fue trasladado en las horas de la mañana de ayer hasta su población, aquella que vivió momentos de pánico hace más de 10 años, cuando los grupos al margen de la ley incursionaron en aquel pueblo que se caracteriza por su tranquilidad y amabilidad de los residentes.
Mientras que en las afueras del pueblo- a eso de las 11:00 de la mañana – se sentía una tranquilidad absoluta, en el recinto del Concejo de Pueblo Bello se vivían momentos de tensión, los sentimientos de aquellas familias que resultaron afectadas por el accionar delictivo de dichos grupos querían acceder a perdonar al también llamado alias ‘Z1’, quien empuñó armas para acabar con el existir de varios pobladores, el dolor se los impidió. Pudo más el llanto.
El dolor de los familiares de aquellos muertos de la época aumentó cuando el Alias ‘Nené’ comenzó a pedir perdón.
“Quiero manifestarles mi arrepentimiento y pedirles perdón a todos los habitantes del municipio de Pueblo Bello, Cesar, y a los habitantes de las regiones aledañas y a todo el pueblo en general. Prometerles que jamás volveré a delinquir a cambiar mi actitud y a no volver a cometer los errores del pasado”.
El exintegrante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) del frente Mártires del Cesar, agregó “Les pongo de presente mis más sinceros arrepentimientos, producto de la reflexión y análisis a lo largo de más de 10 años en el que he tenido el tiempo y la oportunidad de ver mi vida en retrospectiva, tiempo que me dio la plena certeza de saber que me equivoqué, que procedí de muy mala manera, que tomé el camino equivocado y vuelvo arrepentido”.
Torres León recordó sus antepasados como habitante del municipio, en donde fue acogido con aprecio y cariño, por ello llegó arrepentido por su actos al permanecer lejos de los suyos, purgando una condena que está a punto de pagar.
De igual forma recordó que no es su intención el pretender justificar su accionar delictivo porque, según él, solo busca llegar a buscar perdón para que en un momento dado lo acojan y ayuden a redireccionar su vida para recomponer el tejido social que un día deterioró, mientras que por el momento sigue contribuyendo al archivo histórico que se ha de recopilar en honor a todas las víctimas del conflicto armado colombiano.
Alias ‘Z1’ concluyó su presentación de la siguiente manera: “Hoy soy un hombre diferente, resocializado, con una actitud positiva ante la vida, con la única pretensión de lograr el bien común y contribuir a mejorar las condiciones de calidad de vida de la población de Pueblo Bello y hacer mi aporte para con la paz que tanto anhelamos los colombianos”.
Sin embargo, a pesar de las palabras de arrepentimiento del exparamilitar algunas de las familias víctimas de aquel municipio donde florecen los cafetales y donde alguna vez la sonrisa fue el saludo de bienvenida a los visitantes, guardan rencor por el hombre que acabó con la vida de sus seres queridos, pero que ruegan a Dios que se les quite pronto para poder perdonarlo.
En el acto ofrecimiento de perdón público, las 43 familias víctimas de Pueblo Bello expresaron sus sentimientos a través de la líder Mayra Alejandra Rueda, víctima reconocida en la sentencia proferida contra el postulado Torres, quien a través de un documento rememoró las dramáticas historias de aquellos hechos a manos de los paramilitares.

“Doy gracias a Dios, a ustedes como población civil víctima del conflicto armado y a la Justicia Transicional por brindarme la oportunidad de reivindicarme y pedirles perdón”: Andrés  Mauricio Torres León, exjefe paramilitar.

Una de las víctimas expresó que “Para mí fue difícil esta situación, ya que no es fácil olvidar todo lo que ha pasado, debido a que fueron mis hijos los que tuvieron que pagar por una guerra en la que fuimos víctimas sin ser culpables de nada y no es fácil saber que no los puedo volver a ver. En estos momentos quiero decirles que para nosotros es difícil volver a verlo después de tanto tiempo.
No niego que un tiempo quise que le sucediera lo mismo que a mis hijos, pero ahora lo perdono y que solo Dios sabe lo duro que ha sido para nosotros salir adelante y aun así en estos momentos son duras estas palabras, pero de corazón lo perdono”.
Otra de las víctimas le dijo:
“Espero que su arrepentimiento sea sincero, aunque con arrepentirse y pedir perdón no nos va a devolver nuestro padre y hermano, el daño ya está hecho, arrepiéntase de corazón y pídale perdón a Dios, hágalo por su familia, que al fin y al cabo ellos no tienen la culpa de lo que usted hizo. A raíz de eso mi mamá está muy enferma y cada día se complica más, aunque eso quizás nunca le interese”.
La lectura siguió y las historias continuaron, Mayra estaba que lloraba, pero aun así prosiguió:
“Gracias a esta guerra paramilitares apoyados por el ejército y policía, en una guerra sin piedad, en la cual mi familia se desunió, todos tomaron rumbos distintos. Hoy no sólo te perdono a ti, sino a todas esas personas que obraron mal en ese tiempo, porque no sólo fuiste tú, sino muchos que en este momento están en estos pueblos. Después de tantos años nunca hemos sabido lo que es sentirnos apoyados por el Gobierno y saber que personas que han hecho tanto daño como los desmovilizados han recibido toda clase de ayuda, esperamos que esta sea una oportunidad para las víctimas, una puerta que se abre”.
En todas las historias que Mayra narró, una le quebrantó la voz, la hizo llorar y a parte del público, quien recordó el propio y compartió el dolor ajeno como el de una de las víctimas que escribió: “Recordar no es fácil y mucho menos revivir esos duros momentos, ya que no es fácil salir adelante con las manos cruzadas (se quebrantó su voz), sin llevarse nada de tantas cosas que se habían conseguido trabajando honradamente.
Es duro pasar der ser patrón a jornalero, por culpa de personas que se crían paramilitares, apoyados por el Ejército y Policía Nacional, que según ellos son nuestra seguridad, por culpa de estas personas mis hijos fueron más perjudicados, ya que el futuro que tenían en mente se les fue al piso en segundos, para ellos fue difícil ver todo lo que estaba pasando”.
Después de escuchar todas las historias de las víctimas, en donde algunas decidieron perdonar al exparamilitar, el postulado se arrodilló y pidió perdón a Dios, por decisión de una de las víctimas. Uno de los momentos más emotivos en el recinto, donde estuvieron presentes miembros del Centro Nacional de Memoria Histórica, de la Unidad de Atención a Víctimas y funcionarios de la Alcaldía de Pueblo Bello.
La  jefa de la Oficina Asesora de Paz del Cesar, Davianys Vargas Suárez indicó que este es el primer acto en el Departamento del Cesar, y vendrán muchos otros con el fin de brindarles la oportunidad a los postulados de pedir perdón a las víctimas afectadas por los grupos al margen de la ley.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
merlin.duarte@elpilon.com.co

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