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Alfredo con ‘fe’ para el vallenato

Alfredo de la Fe con su testimonio de rehabilitación de las drogas espera que los jóvenes puedan privarse de consumirlas. Además, con el nuevo disco fusionará el vallenato con el son cubano y la salsa. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Con el violín que es su compañero inseparable, Alfredo de la Fe se convierte en el único artista que ha llevado el violín del mundo clásico a la salsa; y también al género vallenato. Este artista nacido en Cuba alcanzó la fama mundial llevando sus acordes por 95 países y tocando al lado de los mejores como las estrellas de La Fania All Stars, Celia Cruz, Pavaroti, Bobby Cruz, Óscar de León, entre otros. Hoy, con más de 40 años de trayectoria artística, llega a Valledupar, para grabar una producción musical con artistas de la música vallenata.

“He viajado por casi todo el mundo y he oído acordeones por todo el planeta, pero como se toca el acordeón en esta región, en La Guajira y el Cesar, no hay nadie quien lo toque así”.

Según el personaje fundamental de la salsa, que inició a los 12 años con Fajardo, “en el año 1985 yo fui a una parranda y estaba ‘Colacho’ Mendoza tocando, él no sabía quién era yo, en cierto punto de la parranda saqué mi violín y le dije si podíamos tocar un tema, ‘Colacho’ miró el violín como un zapato viejo y me dijo “será”, y amanecimos tocando; fue algo tan lindo y me enamoré del acordeón. ‘Colacho’ dijo que me iba a invitar al Festival Vallenato y lo hizo, ahí tuve el placer de conocerme con Emiliano Zuleta y su hermano ‘Poncho’”.

En una primera incursión en el vallenato, De la Fe grabó un disco llamado ‘Alfredo de la Fe vallenato’ en el que participaron en el acordeón Orangel ‘Pangue’ Maestre, Egidio Cuadrado, Ismael Rudas, Náfer Durán, acompañados de las voces de Iván Villazón y Toby Murgas.

“La gente me conoce por salsero, y como salsero he hecho muchas cosas, fui director de Celia Cruz, pero cuando me subo a tocar con acordeón me aprietan y eso me encanta, para mí representa un reto, pienso que me identifico con el acordeón”.

En estos momento, el violinista prepara la producción ‘Alfredo de la Fe, salsa con vallenato’, el disco tendrá el acordeón de los reyes vallenatos: Wilber Mendoza Zuleta, Gonzalo Arturo ‘Cocha’ Molina, Álvaro Meza y Julián Rojas, mientras que en el canto aparecerá Iván Villazón, Jorge Luis Montaño y Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, quien ya cantó las canciones ‘La ceiba de Villanueva’ y ‘El palo e’ mango’. “Serán unos arreglos respetando la música vallenata y mi música cubana”.

Sobre el tema de grabar un nuevo disco incluyendo la esencia del vallenato, el hombre de 61 años afirmó “a veces uno hace cosas por el comercio, pero esto es físicamente amor por la música vallenata”.

De la Fe aseguró que aunque tiene su propio estudio de grabación en Bogotá, “prefiero grabar en Valledupar (La Caja de Música) porque este trabajo tenía que obtener la esencia vallenata”.

Apartó las drogas de su vida

Sin esconder que pasó por el mundo gris de las drogas, Alfredo de la Fe da testimonio de su recuperación, con el fin de que nuevos seres humanos puedan salir o abstenerse de ser tentados por la cocaína. Con esto el músico cubano-colombiano busca salvar más de una vida.

Pudo tomar de nuevo las riendas de su vida en 1986, después de incumplir una de las citas más importantes de su vida.

“Yo había sido contratado por el gobernador de Antioquia, William Jaramillo para tocar mi violín en la visita del papa Juan Pablo II, pero la noche anterior me fui a tomar un trago y en medio de los tragos pensé: yo que voy a ir a tocarle a ese viejito vestido de blanco”, recuerda.

Se preparó dos meses para ese bendito encuentro, pensaba que cuando Juan Pablo II lo tocara, él dejaría la droga, pero despertó cinco días después, cuando su Santidad ya se había marchado de Colombia.

Alfredo dijo que conoció las drogas cuando tenía 12 años. Fue en Nueva York, con el cantante Héctor Lavoe y su grupo de amigos.

“Yo era un muchacho; veía que después de una tanda de música se desaparecían. Me dejaban solo. Les pregunté qué hacían y me contaron. Entonces les dije que yo también quería”, relató.

Vino a Colombia en 1982 por tres semanas y se quedó 14 años, con la ayuda de Gabriel García Márquez obtuvo 10 años después la nacionalidad colombiana.

“Mi vida se volvió un caos. En una ocasión Fruko me invitó al estudio y me dijo “¿tú no crees que estás consumiendo y tomando mucho?”, le dije que si él me pagaba el trago y el perico (cocaína), pero me dañó la rumba porque cada vez que me en rumbaba me acordaba de eso”.

Hoy, casi 29 años después de su rehabilitación, no le da pena hablar del tema y advierte a todo aquel que intente calificar su testimonio como una historia vieja.

“Un viernes después de llamar a una amiga que se estaba rehabilitando me senté con una caja de ron y 200 gramos de coca a consumir, el domingo por la noche me tomé el último vaso de ron y me di el último pase, boté el resto por el sanitario y el lunes inicié mi rehabilitación”, aseguró.

Alfredo creó el primer violín eléctrico y le añadió una quinta y, después, una sexta cuerda. Luego, siete, y asegura que tiene “la tesitura de un piano de cola”.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co

 

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