El empresario colombiano Álex Saab, acusado de ser testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue detenido en un aeropuerto de Cabo Verde, África. La portavoz del Departamento de Justicia estadounidense, Nicole Navas, confirmó el arresto y explicó que se efectuó en base a una alerta roja de la Interpol por “la acusación en Estados Unidos por delitos de lavado de dinero”.
Ahora, las autoridades norteamericanas comenzaron la gestión para lograr la extradición. Según la periodista venezolana Mariana Reyes, quien comanda las diligencias es el fiscal de Miami Michael Nadler, que denunció al colombiano por lavado de dinero en 2019. “Las posibilidades de éxito en este proceso de extradición son altas. Sin embargo fiscales y diplomáticos se mueven con rapidez para evitar que Saab termine siendo salvado por el régimen de Nicolás Maduro como sucedió con Carvajal”, aseguró la reportera.
El colombiano tiene cargos pendientes en una corte de Manhattan por lavado de activos y su nombre aparece registrado en la lista Clinton.
Además, se conoció que en julio pasado en una corte federal de Manhattan, “se había revelado que Saab estaba involucrado en una operación de lavado que involucró al narcoparamilitar Jorge Luis Hernádez Villazón, alias ‘Boliche’, y al profesor de la Universidad de Miami, Bruce Bagley”.
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Pese a que se mantuvo como un empresario de bajo perfil y sin relevancia en Colombia, el nombre de Saab apareció en los medios cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega lo acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro. Nacido en la ciudad de Barranquilla y de ascendencia libanesa, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited, GGL, acusada de suministrar con sobreprecios al régimen de Maduro alimentos y víveres para los gubernamentales Comités Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP.
Finalmente, las autoridades de EE.UU también presentaron cargos en julio pasado contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a los que acusan de blanquear hasta 350 millones de dólares que supuestamente defraudaron a través del sistema de control cambiario en Venezuela. Según EE.UU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015, Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.