La muerte de Ángel Pérez De Aguas, un joven de 18 años, que durante 11 días estuvo detenido en la Inspección Permanente de la Policía de Valledupar, prendió las alarmas sobre un posible brote de meningitis bacteriana en ese sitio de reclusión transitoria.
El pasado 8 de agosto, el joven fue remitido a la Cárcel Judicial en el barrio Dangond para ser reseñado y luego trasladado a su casa en la urbanización Nando Marín, en el sur de la ciudad, donde empezaría a gozar del beneficio de la detención domiciliaria, pero ese mismo día murió.
“Mi hijo se pone más mal y tiene unas gotas de sangre en los pies, en la espalda, en muchas partes del cuerpo y lastimosamente cuando quisimos llegar a la clínica Santa Isabel ya mi hijo había fallecido”, relató Miladys De Aguas.
El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde los peritos alertaron sobre un posible fallecimiento por meningitis.
“A través de la Secretaria de Salud Municipal y en alianza con la Secretaría de Salud del departamento del Cesar se ha activado un plan de contingencia. En primer lugar verificar que esta situación sea real que la causa de muerte de este ciudadano fue meningitis bacteriana, lo cual se está tratando a través de diferentes muestras que se enviaron al laboratorio de salud pública. Asimismo, se activa un plan que busca evitar que todas las personas que tuvieron contacto con él, durante su tiempo de reclusión en La Permanente o en otros sitios en el periodo de sus síntomas, desarrollen la enfermedad a través de un tratamiento profiláctico y de medidas sanitarias”, explicó la Secretaría de Salud Municipal, Claudia Margarita Zuleta.
Sin embargo, los familiares de los otros detenidos piden garantías de salubridad ante el hacinamiento en las instalaciones.
“Tengo un hijo que tiene apenas cuatro meses de haber sido operado de apendicitis y me le picó peritonitis y entonces estoy esperando que lo atiendan ahí para ver qué me dicen”, manifestó Angélica Meriño, quien ayer se acercó a La Permanente para pedir atención médica para su hijo.
“Hace pocos días tuve que tratarme una infección epidemiológica que me causó diferentes erosiones en el cuerpo y esto es causa del hacinamiento que tenemos. No se puede caminar porque no hay mucho espacio ni siquiera realizar las necesidades fisiológicas”, denunció un detenido.
Ante esta situación se activó el Comité de Vigilancia Epidemiológica que estará activado por lo menos 10 días, mientras se garantiza la salubridad de los cerca de 250 internos que se encuentran en el establecimiento.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN